El precio de los combustibles está disparado, por lo que leerás y te contarán mil trucos (aquí van los nuestros) para realizar una conducción más ‘eficiente’ y ahorrar unos euros en consumo de carburante con tu coche.
Sin embargo, mucho cuidado con esto. Y es que, como ya sabemos, en el punto medio está la virtud, por lo que tan malo es pasarse como no llegar. Esto podemos extrapolarlo a nuestro coche y nuestra manera de conducir en busca de ahorro de combustible
«¿Quieres bajar el consumo de tu coche? Conduce con la marcha más larga que puedas«. Seguro que has escuchado más de una vez este consejo, ¿verdad? Sin embargo, conducir siempre con un margen de revoluciones mínimo, provocará que fuerces la maquina y terminarás pagándolo caro ¿cómo? Pues en forma de averías, algunas graves. Incluso, puedes acabar destrozando el motor.
Averías por abusar de las bajas revoluciones
De este modo, en este contexto en el que gasóleo y gasolina están por las nubes, el ahorrar combustible se hace casi obligado. Pero, ojo con querer hacerlo únicamente conduciendo a bajas revoluciones…
Válvula EGR
No en vano, uno de los peligros que acecha cuando circulamos constantemente a bajas revoluciones es la avería de la válvula EGR. Sabes a lo que nos referimos, ¿verdad? Este sistema se encarga de la recirculación de gases, permitiendo que parte de los gases de escape vuelvan a la admisión para llevar a cabo una combustión con menos oxígeno que así produzca menos cantidad de óxido de nitrógeno. Conseguimos, con ello, expulsar una menor cantidad de gases contaminante a costa de reintroducirlos en el motor.
El problema viene cuando conducimos constantemente a bajas vueltas, momento en el que la válvula permanece abierta. Si este sistema se encuentra abierto tendrá lugar la recirculación, y teniendo en cuenta que la combustión en estas circunstancias no es a tan altas temperaturas, se va produciendo una mayor cantidad de hollín. Y, por desgracia, este hollín se irá acumulando y acumulando hasta que colapse el circuito.
Filtro antipartículas (FAP)
Y la válvula EGR no es la única que se puede averiar. El filtro antipartículas es un sistema formado por un panal cerámico poroso y dotado de numerosos conductos que atrapan las partículas emitidas por el motor, buscando reducir drásticamente los gases nocivos que expulsa nuestro coche. Se coloca en el sistema de escape, formando en ocasiones parte de una única pieza junto con el catalizador. A grandes rasgos, el trabajo del FAP consiste en atrapar las partículas y quemarlas para regenerarlas y eliminarlas.
Cuando hemos generado una gran cantidad terminan por acumularse, y si el FAP no llega a coger la temperatura óptima para su trabajo acabará taponándose. El sistema lo detectará y llevará a cabo más regeneraciones, aumentando el consumo y poniendo en riesgo el sistema, que podrá averiarse definitivamente.
Qué le pasa a tu coche al circular a bajas revoluciones
No obstante, estos no son los únicos problemas que puedes provocar a tu coche por circular siempre en marchas largas a muy bajas revoluciones. Y es que el problema dehacerlo así (por ejemplo, en cuarta marca a 1.500 rpm o menos) es que a la hora de demandar potencia, tendemos a acelerar sin reducir de marcha, obligando al propulsor a subir de vueltas desde su peor zona de trabajo ¿Qué le sucede entonces?
Vibraciones: es lo primero que notaremos en un motor al que se le demanda potencia desde muy bajas revoluciones y con marchas largas. El aumento de la carga de trabajo en esas condiciones obliga al motor a realizar esfuerzos que se traducen en mayores vibraciones. Unas vibraciones que, con el tiempo, pueden llegar a afectar a ciertas partes sensibles del motor.
Aumento del esfuerzo: al circular en una relación muy larga a muy bajas revoluciones, cualquier demanda de potencia tiene como consecuencia un mayor llenado de los cilindros y adelanto del encendido. Si en ese momento el motor se encuentra por debajo de su zona de trabajo, los pistones sufren considerablemente más en su movimiento alternativo luchando contra el picado de biela.
Exceso de trabajo: todo los elementos móviles del motor se ven obligados a soportar un mayor esfuerzo dado que se demanda una mayor fuerza en la peor zona de trabajo. Ese exceso de trabajo se traduce en mayor fricción y desgaste de elementos vitales como rodamientos, cojinetes, asientos de biela y apoyos de cigüeñal.
Y lo peor de todo: así no reduces el consumo. Circular con la relación más larga posible puede ser contraproducente si a la hora de buscar prestaciones no empleamos la relación óptima. Pisar el acelerador sin más tirará por tierra todo el ahorro de consumo.
En definitiva, conducir a bajas revoluciones no es un problema siempre que sepamos cuándo y cómo sacar provecho a esta técnica. Conocer el régimen de trabajo óptimo de nuestro motor, así como los desarrollos de la caja de cambios nos permitirá conseguir el ansiado ahorro de combustible.