Esta práctica supone un 5% del total de vehículos que estaban en el mercado de segunda mano
Cuando compramos un coche nuevo, solo tenemos que preocuparnos de ir al concesionario, elegir el color, el equipamiento y esperar a que nos lo entreguen y podemos despreocuparnos de problemas en el vehículo dado que lo estrenaremos nosotros mismos y sabremos exactamente su estado.
Por el contrario, en el mercado de segunda mano, según un informe de CARFAX, uno de cada cinco vehículos usados vendidos en nuestro país presentó algún tipo de incoherencia en su kilometraje, lo que podría ser un claro indicador de que se habrían manipulado para aumentar su valor de venta.
Esto podría ser una práctica ilegal que puede ser denunciada ante las autoridades por el comprador del vehículo ante la mala fe del vendedor de este.
Informarse antes de comprar un vehículo es esencial
Y es que la falta de información concreta sobre un vehículo en el mercado de segunda mano, sobre todo a la hora de adquirirlo entre particulares es uno de los principales problemas de este negocio. Sin embargo, según la misma encuesta, un 75% de los compradores accedieron a un informe sobre el estado del vehículo una semana antes de adquirirlo.
Por otra parte, solo un 10% de los compradores utilizaron este informe una vez se hicieron con el vehículo. Algo que realizaron al comprobar que podrían haber sido víctimas de una estafa dado que se podría haber alterado el kilometraje, los daños que tuviese el vehículo anteriormente, como un daño estructural, o cualquier otro vicio oculto.
Por ello, antes de comprar el vehículo conviene, además de pedir el informe de nuestro coche, tener en cuenta la revisión de elementos como el motor, frenos, la dirección, la suspensión y la transmisión, los neumáticos, el escape, el chasis y los faros, además de revisar que no se encienda ningún testigo.