Porque hay quienes ven en el viaje su verdadero destino
Normalmente, quienes se van de vacaciones en coche, lo utilizan para ir de punto ‘a’ a punto ‘b’, y quieren ir por una carretera que sea cómoda, como una autovía, y que les lleve de la manera más rápido posible a su destino.
Pero hay quienes encuentran en el viaje el verdadero disfrute. Y es que llegar al punto ‘b’, para ellos, es el final, porque el verdadero placer de sus vacaciones estaba en el trayecto. Una carretera sinuosa y revirada, unas vistas espectaculares o recorrer lugares recónditos del mapa hacen que podamos disfrutar durante el recorrido. Y en nuestro país hay unas cuantas carreteras que nos permiten hacer esto.
En la peninsula
A-1702. Silent Route (Teruel)
Situada entre las comarcas de Maestrazgo y Andorra, la Ruta del Silencio es un paraíso para los amantes del slowdriving. 63 kilómetros de muchas curvas y unas vistas espectaculares.
A-395. Una carretera de récord (Sierra Nevada)
Es la carretera más alta de España y la vía asfaltada de más altura de todo Europa. Esta carretera que nos lleva hasta el Pico Veleta llega hasta los 3300 metros de altura y en sus últimos kilómetros requeriremos de un permiso especial de las autoridades del Parque Natural de Sierra Nevada para recorrerla.
DP-2205. Acantilados de película (Galicia)
En A Coruña, y a más de 600 metros sobre el nivel del mar, bordearemos los acantilados de Herbeira hasta llegar a un pueblo único y con una arquitectura sin igual, San Andrés de Teixido. Antes de llegar a él, recorreremos una carretera llena de curvas mientras vemos la costa a nuestros pies.
M-601. La Bola del Mundo (Madrid)
Para quienes residan en la capital, o aquellos que busquen una bonita carretera en Madrid, la Bola del Mundo es una grandísima elección. Esta carretera une Collado Villalba hasta el Puerto de Navacerrada, a más de 2.200 metros de altitud. Es realmente divertida para quienes busquen curvas, aunque tiene un inconveniente: el tráfico.
Las islas, el paraíso para los fanáticos de la conducción
MA-2101. Sa Calobra (Mallorca)
Parte de una comarcal asombrosa, considerada una de las vías más difíciles de España. Aunque solo tiene 14 kilómetros, es un deleite de curvas enlazadas y cerradas, algunas de sobre precipicios. Además, hay que prestar antención al ser una calzada estrecha, sin línea central ni quitamiedos, así como a sus 12 curvas de 180 grados y a una de 360.
TF-21. Cuesta de la Villa a Granadilla (Tenerife)
82,9 kilómetros y más de 2.360 metros de altitud, es una carretera con una variedad de paisajes increíble, como el Parque Nacional del Teide, el Monumento Natural de la Montaña Colorada o el Mirador de Humboldt, en el Valle de la Orotava.
GC-200: Una curva por cada día del año (Gran Canaria)
365 curvas exactamente forman el tramo entre Agaete y La Aldea de San Nicolás. Esta carretera, además está considerada como una de las más arriesgadas de España. Encontraremos si circulamos por ella acantilados de 200 a 900 metros de altura y curvas con poquísima visibilidad, donde hay que ir con mucha precaución, pero que hará que disfrutes de un tramo sin igual.