La temperatura del asfalto puede ser hasta 10ºC mayor que la ambiental en verano
Según las estimaciones de la Dirección General de Tráfico (DGT), durante los meses de julio y agosto se han producido alrededor de 93 millones de desplazamientos de largo recorrido en las carreteras españolas. Es cierto que el cuidado de las ruedas es fundamental a la hora de emprender un viaje, pero también debemos revisarnos tras volver, ya que los hemos expuesto a diversos factores como temperatura, mayor rodaje, carga extra que pueden conllevar desgaste.
Es importante revisar su estado tras volver para mantener nuestra seguridad en el vehículo, y es que es la única pieza que toca el asfalto. Uno de los factores principales para su desgaste puede ser el calor ya que acelera su desgaste en los meses de verano puesto que el asfalto puede presentar hasta 10 grados más en su temperatura.
Además de el factor de la temperatura, debemos realizar unas sencillas comprobaciones para asegurarnos que podemos seguir circulando de manera segura y eficiente tras la vuelta de nuestras vacaciones.
Qué debemos revisar
Comprobar la presión es un chequeo básico a realizar. La presión de la goma se puede haber alterado debido a los días de mucho calor en contraste con las noches más frescas. La pérdida de presión de nuestras ruedas puede ocasionar un consumo elevado de combustible, un mayor y desigual desgaste y hasta un pinchazo o un reventón por sobrecalentamiento.
Inspeccionar la profundidad del dibujo es otro factor a tener en cuenta. Puede que por un mayor uso del coche y al hacerlo con más peso hayan desgastado más y tengamos que cambiarlos. Es aconsejable cambiarlos cuando presenten menos de 3mm de profundidad y el límite legal para circular con ellos se establece en 1,6mm. Si conducimos con gomas por debajo del límite, además de ponernos en peligro, podremos ser multados con 200 euros.
Revisar si hay cortes, deformaciones u objetos clavados. Un simple vistazo a la superficie de nuestras gomas bastará para saber su estado. Si presentan cualquier anomalía, deberemos acudir a repararlos o cambiarlos si es necesario, ya que nuestra seguridad puede verse comprometida.
Comprobar el equilibrado y la alineación es fundamental para nuestra seguridad. Si el volante no mantiene una trayectoria recta o se producen vibraciones, debemos ir al taller a solventar el problema.
Por último, si nuestro coche dispone de rueda de repuesto, también debemos mirar su presión. Aunque no la hayamos usado ha podido perder aire y nunca sabemos cuándo requeriremos de su uso, por lo que siempre hay que llevarla en perfecto estado.