Solo una pieza fundamental para garantizar la seguridad en carretera
Quizá los frenos de un vehículo sean uno de los elementos más comunes y que todo el mundo conoce, dado que del mismo modo que es un coche no podría circular sin ruedas, tampoco podría hacerlo sin frenos.
Sin embargo, precisamente por este hecho puede que no te hayas preguntado nunca cómo actúan cuando pisamos el pedal y hacemos que el coche se detenga.
Vamos a explicar su funcionamiento de una manera sencilla para que una vez vuelvas a utilizar el pedal del freno de tu coche sepas lo que está ocurriendo mecánicamente.
Qué son los frenos de disco
En primer lugar, tendremos que explicar en qué consiste este sistema. Se utilizan en la mayoría de los vehículos diésel y gasolina. Este sistema lo conforman un rotor y una pinza. Este rotor, el disco, gira junto a la rueda y la pinza lo muerde mediante sus pastillas, creando fricción y haciendo que el coche se pare.
El disco puede ser de muchos materiales, desde metal, lo más común, hasta discos carbocerámicos si tenemos un vehículo de altas prestaciones. En cualquier caso, como decíamos, gira junto a la rueda del coche.
Por su parte, la pinza es un sistema que abraza el disco cuando se activa el pedal de freno mediante las pastillas, que están hechas de materiales que resisten altas temperaturas y soportan la fricción. No obstante, esta fricción hace que se vayan desgastando hasta que tengan que ser reemplazadas.
¿Y cómo se activa?
Cuando vamos conduciendo y pisamos el pedal de freno, un circuito hidráulico aplica presión desde que nosotros bajamos el pedal hasta que llega a la pinza, y esta presión será la que hará que las pastillas aprieten el rotor.
Debido a esta fricción tan alta, se realizan de materiales muy resistentes y los rotores cuentan con diferentes sistemas de refrigeración para que no se sobrecalienten. Por ejemplo, es muy común ver coches de alta gama y que requieren una mayor frenada con discos perforados o rayados.
Por último, cabe decir que los frenos de disco tienen un mantenimiento mucho menor que los frenos de tambor, además de que su efectividad es mayor debido a que acumulan menos suciedad en ellos.