El detector de fatiga, atención y distracciones será uno de los diez sistemas de asistencia a la conducción (ADAS) que serán obligatorios a partir de julio de este 2022 para los vehículos europeos de nueva homologación. A partir de julio de 2024, la obligación se extenderá a todos los coches de nueva matriculación.
Sin duda es un gran avance para la seguridad vial teniendo en cuenta que la principal causa de los siniestros que se producen en España son las distracciones al volante.
La fatiga al volante
No en vano, en 2020, la conducción distraída o desatenta estuvo presente en más del 30% de los accidentes mortales, una cifra que se ha visto incrementada en 3 puntos con respecto a los datos de 2019 y que supone 319 accidentes mortales de los que fue responsable o corresponsable una distracción.
De ahí la importancia que tiene el dormir bien antes de un largo viaje y de hacer paradas de descanso cada dos horas de conducción (o cada 200 km) para evitar la pérdida de reflejos y concentración por el cansancio acumulado ¿sabes detectar los síntomas de fatiga y somnolencia al volante?
No te preocupes. A partir de ahora tendrás una ayuda extra en tu propio vehículo (al menos en los que se homologuen desde julio de este año) ya que deberán incorporar el detector de fatiga.
El objetivo de este sistema de detección de la fatiga es evitar o, al menos, reducir los accidentes de tráfico provocados por el cansancio o las distracciones. Actualmente ya hay muchos coches nuevos que lo incluyen de forma opcional o incluso en su equipamiento de serie.
¿Qué es y cómo funciona el detector de fatiga?
Es un sistema de asistencia a la conducción que advierte al conductor cuando detecta que ha perdido la concentración al volante, bien por síntomas de fatiga, sueño o por distracciones. En ese caso, le recomienda que detenga el vehículo para descansar y continuar la conducción cuando se encuentre en buen estado.
¿Y cómo funciona? Este sistema tiene un elemento clave que es un sensor de ángulo de volante. Éste se encarga de analizar los pequeños movimientos que realiza el conductor durante el trayecto.
Puede analizar la presión que el conductor ejerce, los movimientos de sus manos, los cambios de dirección, y si hay correcciones constantes y demasiado bruscas. También entra en juego la centralita del motor que es la encargada de controlar el tiempo que lleva el conductor sin detener el vehículo.
En el caso de que se detecten síntomas de fatiga o cansancio, el sistema alerta a través del display de información situado normalmente en el cuadro de instrumentos. El icono de una taza de café humeante, un mensaje de texto y una señal sonora nos indicarán que es momento de hacer una parada.
En los sistemas más avanzados también se incluye una cámara que monitoriza las facciones de la cara, los movimientos de la cabeza e incluso de los ojos. Igualmente, pueden incluir una cámara delantera que lee las líneas de las carreteras; en caso de pisarlas más de lo debido, el detector de fatiga se pone en alerta.
Al volante, ni un segundo de distracción
Según la Fundación Española para la Seguridad, este detector de fatiga podría evitar 160 víctimas mortales al año por somnolencia. En cuanto a su efectividad, ésta se puede ver reducida en caso de condiciones climatológicas adversas. También al circular en zonas urbanas, porque se desconecta debido a que se circula a bajas velocidades.
La conducción requiere el 100% de tu concentración. Si no te sientes en condiciones de conducir porque no has descansado lo suficiente o no te encuentras bien, la mejor decisión es dejar el coche aparcado.
Y nunca utilices el teléfono móvil si estás conduciendo ni apartes la vista de la carretera para cambiar una emisora de radio o para manipular el navegador: en un segundo que desvíes la vista de la carretera a 60 km/h habrás recorrido 17 metros y a 120 km/h, 34.