Con el buen tiempo, no solo llegan las altas temperaturas y los días son más largos. También proliferan los insectos, que se cruzan constantemente en nuestro camino, y que en invierno no se dejan ver.
Es más, es tal su presencia en el aire que es en esta época en la que llegan los temidos cristales y el parachoques del coche llenos de insectos estrellados mientras conducimos por carretera.
Y esa proliferación nos lleva a un típico episodio que puede ser muy peligroso ¿Alguna vez, ya estuvieras parado o en movimiento, y se ha metido una avispa en tu coche?
Avispas en el coche: alta tensión
Probablemente sí. Ocurre si circulamos o estamos parados con las ventanillas abiertas. Es entonces cuando los insectos pueden aprovechar para introducirse en el vehículo.
Si es una mosca o un mosquito sólo provocará molestias pero si una avispa se cuela en el habitáculo de nuestro vehículo, esto crea alta tensión, más si sucede mientras circulas.
Muchos conductores son alérgicos y el temor crece. La realidad es que cuando una avispa o abeja se introduce en tu coche, se encuentra perdida y, sobre todo, aturdida, y su única misión será la de la búsqueda de una salida.
Es entonces cuando debes mantener la calma y no defenderte porque puedes verte envuelto en una ‘batalla’ que como poco puede acabar en una picadura.
Si mantienes la tranquilidad que requiere esta situación, y por tanto tomas el control del coche, la mejor opción será buscar un lugar donde detenerte si es que estás en marcha.
Una vez hayas encontrado un lugar seguro donde parar, baja del coche, abre puertas y ventanillas hasta que el insecto haya salido del vehículo.
Cómo NO debes actuar ante una avispa
Si intentas espantar a la avispa, ésta se enfurecerá con lo que el resultado final de ello ya lo puedes imaginar: te picará. Además, si estás circulando y entra un insecto en tu coche, el mismo temor puede hacerte quitar las manos del volante e incluso la vista de la carretera. Esto es muy peligroso y puede desencadenar un accidente de tráfico.
Por todo ello, se recomienda, no abrir las ventanas del coche mientras estés en marcha, ya que, si circulas por carreteras secundarias o en entornos naturales, es más probable que entre un insecto a tu coche.
De igual forma, evita las horas centrales del día para viajar, ya no solo por el calor sino porque los insectos están más activos.