Acertar con el equipaje no siempre es fácil, y hacer que quepa en el maletero a veces parece tarea imposible. Sin embargo merece la pena dedicarlo algo de tiempo para evitar agobios de última hora.
En este sentido, seguir algunos sencillos consejos ayudarán a empezar con buen pie nuestras vacaciones de Navidades (o en cualquier momento del año).
Cómo preparar tu coche para viajar en Navidades
El primer consejo, básico, es no dejar para última hora la preparación del equipaje. Si lo hacemos con unos días de antelación evitaremos olvidos por la precipitación al partir. De esta manera, si vemos que nos falta alguna prenda o se necesita comprar algún complemento de última hora, tendremos tiempo de resolverlo.
Un buen truco para ahorrar espacio es separar el contenido de cada maleta por categorías. Por ejemplo, guardar juntas todas las prendas similares (camisetas, pantalones, calzado,…) en lugar de llenar cada una con la ropa de una sola persona. Al estar clasificadas se podrán doblar y colocar mejor, siendo así más fácil aprovechar el espacio disponible en cada bolsa o maleta.
Vaciar y preparar con antelación el maletero. En ocasiones en su interior guardamos objetos que serán innecesarios durante el viaje y restarán espacio útil para distribuir el equipaje. Por el contrario, habrá que disponer los elementos de seguridad como triángulos o luz de emergencia y chalecos reflectantes en un lugar accesible aunque el maletero esté lleno.
Si es posible, es mejor cargar el maletero la víspera de partir. Habrá más tiempo para colocar debidamente el equipaje y también se evitarán las tensiones y los olvidos de hacerlo con prisa.
Empezar colocando en el fondo del maletero las maletas más pesadas y voluminosas. Hacerlo así facilitará la ubicación de los restantes bultos y también equilibrará mejor el peso del vehículo, mejorando su estabilidad en carretera.
A continuación ir colocando en los huecos las bolsas más pequeñas para ir rellenando todo el espacio y, por último, aprovechar el espacio restante para disponer las bolsas más voluminosas, pero de contenido ligero.
Un buen truco cuando se lleven chaquetones, anoraks, pantalones de esquiar o sacos de dormir es utilizar las bolsas de vacío domésticas, que al extraer con la aspiradora el aire de su interior comprimen el contenido y ocupan menos espacio.
En el caso de que el coche no tenga maletero separado y sea del tipo familiar o SUV, es importante cubrir la carga del maletero con la bandeja deslizante para sujetarla y evitar que parte del equipaje pueda salir despedido en un frenazo e invadir el habitáculo.
Y si la carga se eleva por encima de la bandeja y no es posible cerrarla, será conveniente recurrir a una red de sujeción para asegurar el contenido.
Cuidado con los objetos sueltos en el habitáculo
Hay que evitar transportar equipaje en el habitáculo. Además de que los objetos sueltos resultan peligrosos en el coche, resta holgura a los ocupantes y se cansarán más durante el trayecto. Todo eso, por no decir que según la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, se considera como infracción grave “conducir vehículos con la carga mal acondicionada o con peligro de caída”. Esto conlleva una multa de 200 euros.
Por otra parte, no olvides revisar tu coche. En este sentido, es importante adecuar la presión de los neumáticos al estado de carga y seguir al respecto las indicaciones de la marca del vehículo. Una pegatina que suele estar en el interior del montante, entre las puertas del lado izquierdo, detalla qué presión es la recomendada cuando se circula en vacío o con el coche cargado.
Para concluir, debemos ser conscientes del incremento de peso del vehículo si vamos cargados y actuar en consecuencia. Con todas las plazas ocupadas y el maletero lleno, el centro de gravedad del vehículo se desplaza desfavorablemente hacia arriba y se altera el reparto de peso entre el eje delantero y el trasero.
De este modo, el comportamiento dinámico es diferente y habrá que tenerlo en cuenta en las curvas, las frenadas y los cambios de dirección.