El polvo sahariano que nos ha caído en la Península gracias a los vientos del sur arrastrados por la borrasca Celia ha cubierto nuestros coches de arena o de barro si ha llovido.
Ahora toca lavar el coche y no podemos hacerlo de cualquier manera, ya que si no podemos cuidado, podríamos dañar la pintura, incluso, la carrocería de nuestro coche.
De este modo, conviene tener en cuenta algunos consejos para evitar esos daños que podrían desproteger la ‘piel’ de nuestro coche y ser el origen de un problema mayor con la aparición de óxido y corrosión.
Cómo lavar el coche después de la calima
El primer consejo es no esperar demasiado en lavar el coche, porque ese polvo puede resultar muy perjudicial para la carrocería si se solidifica sobre ella, será más difícil retirarla y, por tanto, más fácil provocar daños en la capa de barniz de la pintura.
Si lavas el coche a mano (lo más aconsejable)
Con la gran cantidad de barro que ha dejado la borrasca de polvo subsahariano causante de la suciedad hay que ser cuidadoso. La recomendación básica es lavarlo a mano.
Y para hacerlo correctamente debemos humedecer la superficie a limpiar con abundante agua tibia y utilizando esponjas suaves y champús específicos. Por último, aclara también con agua abundante y no uses el mismo agua para limpiar y para aclarar.
Si optas por el lavado en túnel…
El lavado manual es más recomendable que el túnel de lavado. Sin embargo, si nos decidimos por el túnel, debes saber que, en primer lugar, hay que eliminar el grueso de la capa de polvo con una pistola a presión.
En este sentido, el orden es importante. Mejor empezar por los pasos de rueda, continuar por los neumáticos, las llantas y finalmente la carrocería y los cristales.
Cada zona requiere utensilios específicos de limpieza. Cepillos para las llantas y bayetas de microfibra para la carrocería. En cuando a la forma de emplear la bayeta para limpiar la carrocería, lo aconsejable es pasarla de arriba abajo.
Para los cristales, mejor realiza movimientos circulares. Por cierto, en ningún caso, emplees los limpiaparabrisas cuando aún haya capa de polvo sobre el cristal, ya que destrozarás las escobillas.
Otra opción es rociar el coche con espuma activa como prelavado, un elemento que ablanda la grasa, el polvo o el barro evitando el principal problema que nos podemos encontrar ante este fenómeno: los rayones en la carrocería.
La espuma activa elimina suciedad sin necesidad de frotar ya que limpia el vehículo por gravedad, aunque es posible que haya retirar una parte con pistola a presión. Si empleas este método, debes hacerlo con el coche seco, sin humedecerlo previamente.
Al concluir el lavado (elijas la opción que elijas), puedes proteger la carrocería con cera para que el coche quede impoluto. Y después, a cruzar los dedos para que no vuelva a aparecer este tipo de lluvia tan sucia en las próximas semanas.
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