Este sistema permite al copiloto tener control sobre el vehículo
Hay modificaciones en los vehículos que son de importancia para un uso cotidiano, como una bola de remolque para quienes viajan con carga, o cambiar una suspensión para que el coche se comporte de otra manera. Pero hay otras modificaciones que también exigen de una reforma en un vehículo antes de que podamos tener coche propio. Y son las dobles pedaleras de los coches de autoescuela.
Para que un coche normal pase a ser un coche de autoescuela, entre otros sistemas, como los espejos dobles para que el profesor tenga visivilidad, o los propios distintivos de coche de autoescuela, como, por ejemplo, la placa L con fondo azul, también deben tener este dispositivo, que hace que el profesor pueda tener en todo momento el control de los pedales del vehículo.
¿Cómo interviene el doble pedal?
Este mecanismo es exactamente idéntico a la pedalera del conductor y está conectado entre sí con el del puesto del conductor. La diferencia que podemos encontrar es que estos actúan por encima de los del piloto. Es decir, que si el profesor pisa el embrague del coche, por mucho que el alumno quiera intervenir, el coche seguirá con el embrague abajo. Lo mismo ocurrirá al frenar. El coche frenará si el profesor pisa el pedal, aunque el alumno no toque los suyos.
Además, a estos pedales se les conecta a su vez otro dispositivo. Este simplemente actúa de testigo lumínico y acústico para los exámenes. Con ello, se consigue que el examinador, que va en la parte trasera del vehículo, sea capaz de ver si el profesor está ayudando de alguna forma a su alumno el día del examen, ya que una vez se toca la pedalera del copiloto, el alumno habrá suspendido el examen práctico de manera automática.