¿Sabías que los componentes principales del sistema de frenado también necesitan su rodaje? Igual que los coches cuando se adquieren nuevos, necesitan un rodaje para que el motor y todas sus piezas vayan encajando para configurar lo que debe ser una máquina que funcione como un reloj, pastillas y discos de freno también necesitan su rodaje, tanto cuando adquieres un coche nuevo como cuando los sistituyes después en el taller ¿Por qué?
Al igual que el motor, pastillas y discos necesitan un periodo de ‘adaptación’ que permita que ‘encajen’ de forma perfecta para asegurarnos frenadas eficientes y eficaces durante la mayor vida útil posible.
De este modo, el rodaje de los frenos debe realizarse en los primeros 300-500¿Y en qué consiste? En primer lugar, con frenadas lo más suaves posible para que los materiales se calienten de forma gradual y no se deformen. Piensa que los discos deben rodar y permitir que haya una total conexión con las pastillas para un buen funcionamiento del sistema.
Y es que si no estén bien adaptados, se producirá un desgaste mayor entre las superficies por la fricción, de tal modo, que puedes notar que los frenos no trabajan correctamente, produciendo chirridos o una frenada inestable. Además, si los sometes a elevadas cargas térmicas (frenazos bruscos y continuos, que eleven la temperatura de pastillas y discos) puedes llegar a deformarlos o desgarrar las ranuras.
Cómo hay que frenar en el rodaje de los frenos
Si las pastillas de freno se sobrecalientan cuando son nuevas, pueden cambiar permanentemente la estructura subyacente de los materiales de los que están hechas, y no para mejor. Por tanto, hasta que los frenos no tengan el rodaje completamente hecho, los conductores debemos evitar frenazos fuertes que generen un sobrecalentamiento: ya sea porque estemos frenando a altas velocidades, remolcando cargas pesadas o conduciendo en terrenos abruptos.
Si bien en el taller es posible realizar un proceso de asentamiento (también conocido como «pulido»), antes de que el cliente recoja su coche, y que permita un mejor ajuste inicial, la mayor ‘responsabilidad’ para el buen rodaje de los frenos recae sobre los conductores.
En este sentido, piensa que durante los primeros 300 km, cada vez que las pastillas de freno hacen contacto con los discos, aumenta la superficie de contacto entre los dos, lo que conduce a un mejor frenado a largo plazo. Por tanto, recuerda frenar ligeramente, pero a menudo, durante esos primeros 300 km después de que se hayan instalado las nuevas pastillas.