A mediados del siglo pasado, Citroën sorprendió con un modelo revolucionario: el DS, también conocido como ‘Tiburón’. Su equipamiento era muy completo para la época (se lanzó en 1955), e incluía soluciones técnicas que no se popularizaron hasta años, incluso décadas después, como los faros direccionales, o la dirección, los frenos y el embrague asistidos hidráulicamente.
Asimismo, la suspensión hidroneumática, su mayor atractivo, pasaría a formar parte de las señas de identidad de la marca, y que ha utilizado hasta hace muy poco tiempo…
No obstante, entre sus múltiples innovaciones, quizá hay una que puede haber pasado desapercibida: su volante. Y es que el volante del Citroën DS no se parecía a ningún otro: tenía únicamente un radio. Ese radio parecía ser la propia columna de dirección, inclinada hacia la izquierda ¿Por qué lo hicieron de esta manera?
¿Por qué un volante de un sólo radio?
A diferencia de la mayoría de los volantes de la época que usaban una columna de acero rígida y centrada, que podía ser fatal en caso de accidente, la columna inclinada y doblada de Citroën fue diseñada para evitar que se dirigiera hacia el centro del vehículo en un siniestro.
Y es que el volante de único radio no apuntaba a las 6 (haciendo el símil del volante como si de la esfera de un reloj se tratase) sino que apuntaba hacia las 8, más o menos. Esto no es así porque los de Citroën fuesen unos vagos y en la línea de montaje dejasen el volante donde cuadrase. No, tiene su explicación: el motivo es de seguridad.
Si el volante en línea recta está con el radio vertical hacia abajo, en caso de choque se clavaría en el vientre del conductor, provocando graves e, incluso, fatales lesiones.
En cambio, con el radio levemente desplazado hacia un lado —en los coches con volante a la derecha el radio estaba desplazado hacia las 4-5 de ese reloj imaginario—, en caso de choque el volante no se clavaría en el cuerpo del conductor sino que se escurre hacia un lado, reduciendo las lesiones. Recuerda que en aquella época (años 50 y 60), la mayoría de los volantes de los turismos contaban con dos o tres prominentes radios, más simétricos y peligrosos.
El diseño del volante de un radio del DS también fue una ayuda en el aspecto técnico. Y es que usar la configuración de un motor longitudinal en un vehículo de tracción delantera habría la posibilidad de colocar la caja de cambios por delante del bloque, lo que permitía que la rueda de repuesto pasara por encima y que todo eso estuviera por delante de la cremallera de dirección, optimizando el espacio y mejorando la seguridad en un choque frontal.
Eso significaba que, en caso de sufrir una colisión en la parte delantera, había una gran cantidad de zonas de deformación y materiales que atravesar antes de que ni siquiera tocara la columna de dirección.
Luego estaba también la razón de la visibilidad del cuadro de instrumentos, ya que un radio relativamente estrecho significaba que había una más que generosa cantidad de espacio abierto dentro de ese volante. Esto derivaba en que el DS facilitaba una buena vista de los indicadores del salpicadero.
El volante de un solo radio, tan futurista como elegante, también lo usaron otros modelos de la marca francesa como el 2CV (el ‘dos caballos’). De hecho, hasta que llegaron los airbags y los volantes multifunción repletos de botones, su volante de un sólo radio fue otra de las señas de identidad de Citroën.