Las pruebas NCAP no realizan este test en el viejo continente
De todos son conocidas en mayor o menor medida las pruebas NCAP, conocidas así por sus siglas en inglés, New Car Assessment Programme, y que traducido significa programa de evaluación de automóviles nuevos.
En dichas pruebas, los coches son sometidos a diferentes colisiones a diferentes velocidades y contra diferentes objetos para determinar la seguridad de todos los ocupantes del vehículo y de la capacidad de evacuación de este en caso de emergencia, así como su respuesta ante una frenada de emergencia y demás factores que prueben su seguridad.
Sin embargo, las pruebas NCAP pueden ser diferentes según las regiones donde se realicen. Por ejemplo, en Europa existe la prueba Euro NCAP mientras que, en China, por ejemplo, encontramos la China NCAP.
Una llamativa prueba
Sin embargo, la prueba de seguridad de vehículos nuevos a la que hacíamos alusión en concreto se realiza en el test de vehículos australianos conocido como ANCAP.
En esta parte de los test, se mide la seguridad de un vehículo que por ejemplo ha quedado inundado o qué está siendo arrastrado por una fuerte riada.
Por ello, el organismo australiano, para certificar que un coche obtiene el grado más alto de seguridad en caso de inundación, debe asegurarse de que el vehículo puede abrir ventanillas y puertas bajo el agua, pese a las diferencias de presión dentro y fuera del vehículo, así como a los posibles fallos que pueda dar la batería por la entrada de agua. Todo esto durante los primeros 10 minutos.
Para ello, los vehículos vendidos en Australia deben incluir un mecanismo que acciona la subida y bajada de ventanillas y que sea capaz de poder abrir las puertas en caso de inundación, así como el procedimiento a seguir en el manual del usuario en caso de que esto ocurra.
Esta prueba se realizaba anteriormente en el mercado australiano, sin embargo, no era obligatoria. No obstante, a partir de este 2023, sí que lo es, por lo que todos los vehículos deberán contar con estas medidas de seguridad y cumplir la regla de los 10 minutos para poder optar a las cinco estrellas de seguridad.