Tener nuestro vehículo a punto antes de partir nos puede evitar que nuestras vacaciones soñadas no se conviertan en una pesadilla
Cuando preparamos un viaje, al igual que calculamos itinerario, hora de salida y llegada, y descansamos para someternos a un trayecto largo en coche, también debemos preparar nuestro vehículo. Estos son algunos de los consejos que debes seguir para que ni durante el viaje ni, una vez llegado a nuestro destino haya ningún problema.
LOS BÁSICOS A REVISAR
Estado de los neumáticos
Es la parte en contacto con el suelo y es imprescindible mantenerla en buen estado. En primer lugar, lo más básico será comprobar la presión, que deberá ser la recomendada por el fabricante. Esto lo haremos con el neumático lo más frío posible. También se debe mirar el desgate del dibujo de nuestras ruedas, el cuál no puede estar por debajo de 1,6 mm, aunque se recomienda no circular con neumáticos por debajo de los 3 mm. En caso de tener las ruedas desgastadas, ir al taller a sustituirlas es una garantía de seguridad.
Comprobar el estado de los limpiaparabrisas
Y es que, aunque no llueva en verano, durante la carretera podemos encontrarnos cualquier imprevisto que nos deje sin visibilidad, por lo que son imprescindibles siempre. Lo primero es comprobar el depósito del limpiaparabrisas, llenarlo y ver que funciona perfectamente. Después tendremos que asegurarnos de que las escobillas no estén desgastadas, pues el llevarlas en mal estado puede ser perjudicial para nuestro cristal y rayarlo, restándonos visibilidad.
La batería
Algo tan sencillo como una batería gastada puede arruinarnos el viaje. Si durante tus vacaciones no piensas mover el coche, recuerda arrancarlo cada 2 días durante un breve periodo de tiempo para que no se descargue por falta de uso.
LOS LÍQUIDOS
El anticongelante
Hará que siempre el motor esté a una temperatura adecuada, por lo que debemos comprobar sus niveles comprobando que las marcas del vaso de expansión, que es donde se encuentra este líquido, estén entre el máximo y el mínimo. Además, tendremos que mirarlo siempre con el coche en frío y rellenarlo si es necesario con el recomendado por nuestro fabricante.
El líquido de frenos
A pesar de tener un desgaste lento, es recomendable cambiarlo, pues sin él notaremos como nuestro coche, aun teniendo los discos y pastillas en buen estado, pierde eficacia a la hora de frenar. Puede que esté bajo por llevar mucho tiempo sin cambiarlo o por una fuga. En cualquier caso, verás su desgaste al pasar de su color amarillo hacia un tono marrón y será hora de cambiarlo.
Revisar el nivel de aceite
Es importante que los componentes del motor estén lubricados, y para ello debemos de comprobar que el aceite de nuestro motor esté en los niveles necesarios. Para medirlo debemos hacerlo con el motor frío y en llano, y el aceite tendrá que estar entre las marcas de máximo y mínimo del coche, y si ya tiene bastante tiempo será recomendable cambiarlo.