Quien iba a pensar que el aire acondicionado se convertiría en un bien de lo más preciado, también en los vehículos. Y es que cuando las altas temperaturas aprietan, no hay quien no haga uso de él. Pero, eso sí, hay quienes olvidan el cuidado y el mantenimiento a seguir para que funcione correctamente, no dispare el consumo de combustible y además no afecte a la salud del conductor.
De ahí que cada vez más los coches modernos lo incorporen al contrario que los más veteranos en los que era un extra poco habitual, incluso, parecía un lujo al que solo unos pocos podían acceder. Sin embargo, ahora casi todos los fabricantes lo incluyen en la mayoría de sus modelos.
¿Por qué es tan importante el aire acondicionado?
Y es que en nuestros días se ha convertido en un elemento indispensable para nuestra comodidad (y también para nuestra seguridad) gracias a los buenos sistemas de climatización que ofrecen las marcas. Cuando el sol aprieta ya sabemos que el aire acondicionado es nuestro aliado. Al fin y al cabo, es un elemento de seguridad vial ya que un exceso de calor en el habitáculo puede alterar a la capacidad del conductor, causarle fatiga, incluso, agresividad.
Por eso, Tráfico recomienda a los conductores que se circule con una temperatura adecuada dentro del habitáculo para que no haga ni mucho calor ni mucho frío. Lo recomendable es que se encuentre entre 21 y 23ºC. De lo contrario, el riesgo de sufrir un accidente se incrementa hasta un 20% si conducimos con una temperatura elevada.
Más aún. A una temperatura de 35ºC, el conductor reacciona un 20% más lento que otro que circula a 25, lo que produce un efecto similar a conducir bajo una tasa de alcoholemia de 0,5 gramos por litros en sangre.
¿Cómo usar el aire acondicionado?
Por si no lo sabías, un mal mantenimiento (y un mal uso) del aire acondicionado eleva el consumo de combustible, de modo que es conveniente mantener bien refrigerado el habitáculo para contribuir a la seguridad vial. Pero siempre teniendo en cuenta, que debemos tenerlo en buen estado así como utilizarlo de la manera más eficaz para que sea más sostenible y para que todas las personas que van en el coche puedan beneficiarse por igual del aire frío.
La mejor manera para que el aire circule de forma regular, es cerciorándote de la posición de los difusores. Solemos colocar la salida del frío hacia la persona, aunque no es buena opción si llevas ocupantes en los asientos traseros a los cuales no llegará el aire y pedirán que se baje la temperatura. Recuerda que usarlo a una temperatura tanto por encima como por debajo de la recomendable es un error (y un gasto innecesario).
¿Enciendes el climatizador al subirte al coche?
Uno de los mayores problemas ocurre cuando el conductor quiere poner en marcha el coche y que todos sus elementos lo hagan también a la vez, cuando debemos ser conscientes de que todo lleva su tiempo. Encender el climatizador nada más arrancar no supondrá que al segundo salga aire frío. Por eso, airear antes el coche y bajar las ventanillas te ayudará a que la salida sea más llevadera. Y siempre con los difusores hacia arriba.
No obstante, cuando hace mucho calor, y además le añades que el coche ha estado mucho tiempo al sol, debes sí o sí airearlo tanto por dentro como por fuera para que la temperatura vaya adecuándose. También puedes abrir y cerrar varias veces la puerta del conductor porque facilita la salida del aire caliente.
Y una vez iniciada la marcha, activamos el aire acondicionado con la precaución de bajar también las ventanillas durante los primeros minutos. Con ello, conseguiremos expulsar el aire caliente del habitáculo y que el efecto del aire frío sea más rápido. Al cabo de un rato, deberemos regular la temperatura del climatizador para obtener la temperatura de confort. Piensa que el consumo de carburante se disparará cuanto más exijamos al sistema de aire de acondicionado…