En un coche hay muchos elementos que son indispensables no solo para la conducción sino por nuestra propia seguridad. Por eso, el hecho de llevar o no un extintor puede crear dudas entre los conductores.
Como sabrás, en un accidente a raíz de una colisión puede desembocar en una fuga de líquidos que lo haga explotar o un cigarrillo en un incendio. Fatales desenlaces que se pueden evitar o reducir en gravedad sabiendo lo que la ley dice respecto a este asunto.
De tal modo que, según el Reglamento General de Vehículos, hay ciertos elementos y herramientas que sí o sí debes llevar en tu vehículo. Por eso, es probable que desconozcas cuáles son obligatorios y cuáles no.
¿Es obligatorio llevar un extintor en un coche?
Pues bien, obligatorio no es. Sin embargo, la cuestión no es tanto si es un deber o si es aconsejable. En este sentido, conviene que sepas que, el caso de un turismo no es obligatorio llevar uno en el vehículo.
La cosa cambia si hablamos d un remolque ligero o una caravana. Asimismo, los autobuses, los vehículos para el transporte de mercancías y los que superen la masa máxima de 3.500 kg. también deben llevarlo, aunque, eso sí, si este es tu caso, debes llevar un equipo homologado.
No obstante, la ley no te obliga, como decíamos, a llevar un extintor si hablamos de un turismo. Pero es conveniente llevarlo, puesto que no ocupa mucho espacio y puede ayudarte en momentos delicados.
Por lo demás, en el caso de incorporarlo a tu vehículo, debes saber que es necesaria una revisión al año por una empresa autorizada en extintores. La mayoría no tienen fecha de caducidad aun así debes comprobar la vida útil recomendada por el fabricante en el momento de adquirirlo.
Sin embargo, el único indicador de que está en buen estado o funciona aparentemente bien es el manómetro de presión cuando el indicador está situado en la zona verde. En cualquier caso, y por regla general, están diseñados más o menos para cinco años.
¿Qué tipo de extintores existen?
- Clase A: aptos para extinguir las llamas sobre materia sólida, como la madera o las telas.
- Clase B: se emplean para apagar fuegos causados por sustancias líquidas como el aceite o el combustible.
- Clase C: para aquellos incendios originados por gases como el propano y el butano.
- Clase D: se utilizan para sofocar fuegos relacionados con metales.
- Clase E: para incendios provocados por un problema eléctrico.
- Clase F: apropiados para incendios cuyo origen sean aceites o grasas.