Si solo tienes fallos leves, la inspección será favorable
Uno de los ‘temores’ a los que se enfrentan algunos conductores es a la Inspección Técnica de Vehículos. Sobre todo, esto se acentúa si el vehículo ya tiene ciertos años y requiere de un mantenimiento o sustitución de piezas, o si lleva componentes no homologadas o reformas que no figuran en la ficha técnica, pues es ilegal circular con ellas.
Y es que no cumplir las condiciones de seguridad o emitir un mayor número de gases a los superiores son los mayores motivos por los que los coches obtienen un desfavorable en su Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Aunque podrían reducirse considerablemente, ya que los principales fallos pueden ser comprobados por los propios usuarios.
Según AECA-ITV donde más defectos graves se encontraron en los coches fue en el alumbrado y la señalización. Seguido de ejes y neumáticos. En el caso de las luces y los neumáticos un usuario solo debe comprobarlo antes de ir a la ITV y así se ahorrará un defecto grave, mirando que las ópticas luzcan y no presenten desperfectos, así como que el neumático tenga una profundidad de más de 1,6mm.
¿Con cuántos leves puedo pasar?
Al igual que un defecto grave nos garantiza que tendremos que volver a ir al centro ya que no habremos pasado la ITV, no hay un máximo de defectos leves que nos marque cuando será una ITV desfavorable. Por ejemplo, puedes pasar con una luz de freno fundida, pero esto puede agravarse y que acaben fundidas ambas, garantizando un fallo grave, por lo que conviene repararlo cuanto antes.
En el caso de tener un defecto grave, tendremos 15 días para solventarlo y que, de manera gratuita podamos realizar la segunda inspección. Si superamos ese plazo, tendremos hasta sesenta días, pero ya tendremos que pagar el 60% del precio de la inspección.