Cuando tienes un coche es muy importante que lo mantengas bien cuidado y en buen estado, por dentro y por fuera, para evitar graves averías o mayores problemas. Sin embargo, en muchas ocasiones no podemos evitar que la carrocería sufra arañazos o algún golpe…
Es el caso de dejar el vehículo estacionado entre varios coches muy pegados o en un garaje. Siempre se corre el peligro de que otro conductor o pasajero del coche que se sitúe a nuestro lado golpee las puertas de nuestro vehículo. O bien el vehículo ‘vecino’ impacte con ellas al aparcar o al abandonar el aparcamiento.
Si conoces la identidad de la persona que ha provocado el daño, puedes pedirle un parte amistoso de accidentes para poder arreglar el desperfecto en la carrocería. No obstante, puede suceder que te topes con un rechazo a reconocer el hecho por la otra parte y, entonces, tienes que saber cómo actuar.
Qué hacer si se niegan a hacer un parte amistoso
- Cada vez que te encuentres un nuevo daño en la puerta, envía a tu aseguradora un parte identificando al otro vehículo a través de su matrícula (si es que la tienes). Las aseguradoras deben cerciorarse de que cada golpe es distinto y que no ocurre en un mismo momento.
- Si el parte llega a la persona contraria, que es la responsable del daño en tu coche, entre aseguradoras contactarán. Es decir, el seguro suyo le aumentará la cifra a pagar cuando llegue su renovación. O en el peor de los casos, le rechazará como cliente. Si no asumes la culpa de los daños realizados, se creará un historial tuyo donde se recopile las causas o problemas que hayas podido ocasionar a otro vehículo y que te hayas negado a pagar.
De todas maneras, siempre habrá alguna forma de demostrar qué vehículo es el que te ha dañado las puertas de tu coche, si tienes cómo identificarlo. Puesto que cualquier perito podrá comprobar que coincide el impacto, los restos de pintura… Y entonces, la aseguradora del contrario deberá asumir la reclamación que has interpuesto.
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