La mayoría de los coches modernos están equipados con sistemas de seguridad automatizados que intentan prevenir incidentes y accidentes. A pesar de su efectividad demostrada, los hay más molestos que otros, y hay quienes apagan algunos de ellos cada vez que arrancan el coche ¿Por qué?
Los coches nuevos vienen hoy en día con una gran cantidad de electrónica cuyo fin es complementar al conductor en situaciones peligrosas y garantizar el viaje más seguro.
Estos sistemas son, como ya hemos explicado en la web de EuroTaller, los denominados ADAS (de Advanced Driver Assistance Systems) e incluyen beneficios como la frenada automática de emergencia, la asistencia de ángulo muerto (o punto ciego) o la advertencia de cambio de carril, así como el control de crucero adaptativo.
Algunas personas ven estos sistemas como un trampolín hacia la conducción automatizada, mientras que otras, simplemente, las perciben como una incomodidad.
Por este motivo, algunos automovilistas de este segundo grupo tienden a desconectarlos en cuanto giran el contacto (en caso de que no se pueda aplicar el ajuste “off” de forma permanente en el menú de configuración, normalmente en el sistema de información y entretenimiento).
Miles de vidas que pueden salvarse
Y eso teniendo en cuenta que, según un estudio llevado a cabo por el Parlamento Europeo, pueden evitar hasta 25.000 muertes y más de 140.000 heridos graves en Europa en los próximos 18 años. Asimismo, la DGT estima que, si todos los automóviles equipasen estas ayudas a la conducción, se evitarían o reducirían las consecuencias de un 57% de los accidentes en España.
Por ello, el Parlamento Europeo aprobó una normativa que obligará a incorporar hasta ocho de estos sistemas de seguridad en todos los nuevos modelos de turismos y furgonetas ligeras que se homologuen en Europa a partir de julio de 2022 y que serán obligatorios en todos los vehículos que salgan de fábrica a partir de 2024. Sin embargo, ¿desconfiamos los conductores de los sistemas ADAS?
Los ADAS que más se desconectan
Erie Insurance, una aseguradora norteamericana, encargó recientemente una encuesta que pasó a 500 propietarios de coches modernos. El estudio desvela que las personas apagan los sistemas de asistencia a la conducción, principalmente, porque los encuentran molestos o incluso llegan a distraer.
Curiosamente, el hallazgo de esta conclusión concuerda con otros estudios que afirman que los sistemas de asistencia ADAS no funcionan de manera uniforme en situaciones reales de tráfico, o según las condiciones de los sensores.
La encuesta revela que la función de asistencia al conductor más desconectada es el control de crucero adaptativo, que utiliza un radar para mantener una distancia prescrita de los vehículos que circulan delante. Casi un tercio (30 %) de los conductores que poseen un vehículo con control de crucero adaptativo apagan esta función porque quieren sentirse con el control del vehículo.
En segundo lugar, está el sistema de mantenimiento de carril, y el 25 % de los conductores admite que su actuación resulta desagradable al “luchar” contra el volante. Asimismo, el 21 % de los encuestados apaga el sistema de alerta de abandono de carril.
Otro sistema que se desactiva desde el primer momento es el asistente de atención/somnolencia, que emite una advertencia sonora si el conductor parece estar distraído o cansado. La razón por la que el 22 % de los conductores deshabilitan este sistema es que genera muchas falsas alarmas.
Y a pesar de que el asistente de colisión y el monitor de ángulo muerto pueden reducir significativamente el número de choques y lesiones potenciales, ambos sistemas se apagan en un 11 % y un 9 %.
La última posición en la encuesta es la cámara de marcha atrás, aquella que muestra lo que hay detrás de ti cuando introduces marcha atrás: sólo el 6 % de los conductores desconfía de ello.
Parece evidente que si unas tecnologías que deben servir al conductor para viajar más seguro no son percibidas por todos así, significa que todavía hay que pulir las existentes para que dejen de percibirse como “intrusivas”.