Hasta no hace mucho tiempo, las cajas de cambio que más abundaban eran las manuales de cinco velocidades, mientras que las automáticas —muy minoritarias entonces— podían venir incluso en configuraciones de cuatro.
Bien es cierto que con la llegada de los 2000 un buen número de modelos ya incorporaban cajas de cambio de 6 velocidades —hoy, el estándar en las manuales—, pero aún no era lo realmente común en los vehículos más vendidos.
Sin embargo, y de repente, los fabricantes comenzaron a introducir cada vez más marchas, y su número empezó a crecer de forma exponencial.
Así, no mucho después ya podías encontrarte con ejemplos como la transmisión de 10 relaciones de Ford y Chevrolet. Antes, Lexus ya había introducido la caja de cambios de ocho velocidades en el IS F.
¿Qué es lo que ha llevado a los fabricantes a seguir añadiendo más marchas a sus modelos? La respuesta es más sencilla de lo que parece y tiene mucho que ver con el rendimiento y la eficiencia de sus vehículos.
Coches con más marchas: el motivo
Y es que el gran motivo detrás de esta tendencia está la necesidad de los fabricantes de vehículos de adaptarse a las exigentes normas anticontaminación que se han ido aprobando. Así, han tenido que desarrollar motores más eficientes que optimicen su consumo y, por tanto, sus emisiones.
De este modo, al tener más marchas más cercanas entre sí, en teoría, se consigue aprovechar mejor toda la energía salida del motor de manera más efectiva, manteniendo las revoluciones dentro de su rango más propicio para obtener una entrega de par motor y potencia máxima.
Por supuesto, no es tan simple como añadir más marchas para lograr tener unos vehículos más rápidos y eficientes. También se deben considerar otros factores como el tamaño, el peso, la masa rotacional, el coste de desarrollo y producción y la complejidad del sistema.
Si bien es muy probable que veamos algunas cajas de cambios con relaciones más amplias en el futuro, también es posible que los días de muchas velocidades estén contados, ya que con los coches eléctricos en auge, simplemente, no es necesario.
Consejos para cuidar la caja de cambios
La caja de cambios es una pieza fundamental para acoplar el engranaje del motor y el sistema de transmisión de un coche. Como la mayoría de los componentes que conforman un vehículo, la caja de cambios merece un buen mantenimiento.
Con estos consejos para el cuidado de la caja de cambios conseguirás aumentar su vida util…
Caja manual
- Evita cambiar de marcha demasiado rápido.
- No engranes la marcha atrás cuando circules.
- No coloques la mano sobre la palanca de cambios
- Pisa a fondo el embrague al cambiar de marcha…
- … y no lo pises cuando estés en punto muerto.
Caja automática
- No uses la posición de parking (P) como freno de mano. Y deja la palanca en N, cuando efectúes paradas de larga duración.
- Nunca cambies de marcha en movimiento. Si has de pasar de P a D, el coche debe estar detenido. Lo mismo si metemos marcha atrás (R) o ponemos la posición de parking (P).
- Revisa periódicamente el aceite de la caja de cambios y sustitúyelo cuando lo recomienda el frabricante.
- Cuidado cuando te remolquen. Si no sabes cómo poner el punto muerto, debe llevarlo una grúa de plataforma pues si lo arrastra (sin tener el punto muerto) la avería puede ser realmente cara.
- Nada de punta-tacón ni de hacer trompos (olvídate de pisar el acelerador y freno al mismo tiempo o trabar las ruedas con el freno de mano para deslizar el tren posterior).
Para alargar la vida de la caja de cambios se deben llevar al día los mantenimientos necesarios, independientemente de que el coche sea manual o automático. Es importante revisar la transmisión y vigilar la valvulina ya que puede envejecer y perder sus propiedades.