En España no hay un límite de edad máxima para conducir, Pero si aparece en ciertos síntomas, es conveniente no hacerlo
Todo conductor (o futuro conductor) sabe que la edad mínima para sacarse el carnet en nuestro país son los 18 años. Sin embargo, no hay una edad establecida para tener que dejar de conducir.
Es cierto que el hecho de cumplir años no implica que hayamos perdido todas nuestras facultades de golpe, pero es igual de cierto que una persona más joven tiene mejores reflejos que cuando ya se va cumpliendo cierta edad.
De hecho, según los datos de la Unión Europea, el 30 % de los fallecidos en accidentes de tráfico son mayores de 65 años. Un dato que es común a todos los países.
Por ello, dado que no se puede establecer una edad a la que haya que dejar de conducir, si se pueden detectar síntomas que quizá sean indicadores de que lo mejor para la seguridad de todos es no seguirnos, poniendo al volante.
Indicadores para dejar de conducir
- El resto de los conductores y usuarios me incrimina: cierto es que conductores impacientes hay siempre, sin embargo, si comenzamos a observar que esto sucede constantemente, puede ser un indicador claro.
- Perderse en trayectos que conocemos: el hecho de despistarnos en un recorrido que tenemos más que interiorizado también puede ser un síntoma de que perdemos capacidades para la conducción.
- Aumento de los sustos: si cada vez tenemos más imprevistos como frenazos bruscos, que nos aparezcan peatones o que no veamos otros coches, puede ser que nuestros reflejos y nuestro campo visual hayan perdido facultades.
- No nos mantenemos en el carril: si nos cuesta seguir las marcas viales será otro indicador de que no podemos circular como hace años.
- No conducir de noche: es cierto que de día todo se ve mucho mejor, pero el hecho de evitar la conducción nocturna puede ser un claro síntoma de que nuestra visión ya no es la misma a la hora de conducir.
- Dificultad de movimientos: Si nos cuesta girar el cuerpo para mirar por los espejos o tenemos problemas para agarrar el volante también puede ser un motivo por el que plantearse seguir conduciendo.