Los espejos retrovisores han evolucionado mucho desde que Dorothy Levitt, lo inventara en su libro «The Woman and the Car: A Chatty Little Handbook for the Edwardian Motoriste” (La mujer y el coche: manual fácil para las motoristas “eduardianas” —en alusión a la época pues por entonces Eduardo VII reinaba en Reino Unido —) debido a que son un elemento crucial a la hora de conducir, pues os permiten ver el entorno y al resto de vehículos que circulan por detrás de nosotros.
Hasta no hace mucho, la regulación del espejo retrovisor interior para evitar el deslumbramiento del conductor se realizaba manualmente, siendo algo sencillo pero eficaz. En la actualidad, los vehículos más económicos siguen incorporando este sistema tan simple que, a través de una palanquita, orienta los rayos de luz de una forma diferente y así evita ser deslumbrados.
Sin embargo, la evolución de este sistema ha derivado en los denominados espejos retrovisores electrocrómicos, fotosensibles o antideslumbramiento.
¿Cómo son los espejos retrovisores electrocrómicos?
Si has tenido que conducir por la noche con tu automóvil, habrás notado que hay ocasiones en las que te deslumbran los faros de otros coches que vienen por detrás. Tranquilo, no has regulado mal los espejos retrovisores. Es más, cuanto mejor regulados los lleves, más notarás este molesto reflejo.
Es en ese momento cuando si tu coche no es muy moderno o de gama económica, tendrás que hacer uso de la palanquita situada debajo del espejo en el medio. Y si tu coche es más nuevo no tendrás que hacer nada, pues espejo retrovisor electrocrómico entrará en acción.
No en vano, este sistema propicia que el conductor no tenga que mover el retrovisor para evitar ser deslumbrado, sino que es el propio espejo el que se oscurece automáticamente. Aparentemente son retrovisores normales, pero incorporan un led o piloto que se encarga de indicar cuando está activado para su funcionamiento, pudiendo activarse o desactivarse a través del botón que incorpora.
¿Y cómo funcionan?
Decíamos que el espejo retrovisor electrocrómico es un espejo normal, aunque sólo aparentemente, ya que incorpora varias láminas por delante. El efecto de oscurecimiento se produce gracias a esas tres capas entre las que se produce una reacción química:
- Capa electrocrómica: que se oscurece cuando recibe iones positivos.
- Capa contraelectrodo: que almacena los iones que irán a la capa electrocrómica.
- Capa conductora: está formada por una disolución electrolítica y permite el paso de los iones. Es el líquido que ves en la imagen de un espejo electrocrómico roto (arriba). A estas capas hay que sumar otras capas para conducir la electricidad y otra protectora.
¿Y cómo interactúan las capas? La clave del funcionamiento es que la capa electrocrómica puede reducirse. Un término que en química quiere decir que sus moléculas pueden ganar electrones. Esto se consigue suministrándole una pequeña carga eléctrica.
Al hacerlo, el material queda cargado negativamente, lo que provoca la atracción de los iones positivos de la capa contraelectrodo. El resultado es que la capa electrocrómica cambia y su reacción ante la luz también. En este caso, se oscurece para dejar pasar menos luz.
El cristal permanece oscurecido hasta que se crea una corriente inversa que extrae los electrones y los iones positivos vuelven a la capa contraelectrodo. Los sensores del espejo le permiten ajustar su oscurecimiento a la intensidad de la luz
Los sensores de luz
Para saber cuándo generar dicha corriente, este espejo retrovisor tiene dos sensores de luz, uno delantero y otro trasero: el sensor delantero detecta la luz ambiente y oscurece el espejo según sea de día o de noche.
Mientras, el segundo sensor, que apunta hacia atrás, detecta si un foco de luz incide sobre el espejo retrovisor, oscureciendo de esta forma el espejo, con lo que evitamos ser deslumbrados.
Estos sensores no sólo son capaces de detectar si hay o no luz, también pueden medir cuánta luminosidad hay y enviar una señal de salida equivalente al brillo detectado. Para poder hacerlo cuenta con un transductor fotoeléctrico que transforma la luz a corriente eléctrica.
Estos transductores se usan también en las cámaras de fotos (como la del móvil). Gracias a ello su modo automático puede saber cuánta luz hay y elegir los parámetros adecuados para hacer la foto.
Otro ejemplo del mundo de la automoción son los sensores para algunos tipos de luces adaptativas. Gracias a ellos pueden encender la luz automáticamente cuando anochece.
Equipamiento de seguridad
El espejo retrovisor electrocrómico nos lo podemos encontrar tanto en los espejos laterales como en el espejo interior, siendo un elemento muy habitual en los vehículos de hoy en día.
De esta forma no tenemos que preocuparnos por el deslumbramiento de otros vehículos. Además, de esta forma circularemos con más seguridad, ya que no nos resta visibilidad y tampoco tenemos que estar pendientes de tratar de esquivar la luz molesta de los vehículos que nos siguen detrás.