Solo necesitas seguir estos trucos para identificarla
Entre las numerosas piezas que podemos encontrar en cualquier coche, hay componentes que, como es lógico, con su uso, se van deteriorando hasta que tienen que ser reemplazadas. No obstante, hay algunas de ellas que si no se cambian a tiempo y seguimos circulando con ellas en mal estado podemos llegar a causar un daño irreversible a nuestro coche y que se convierta en pasto de desguace.
Lo que nos ocupa hoy, centrándonos en los vehículos diésel es la avería de los turbos que instalan los coches actuales. Concretamente, la retroalimentación del motor en un turbo. Pues si esto se rompe, el turbo enviará aceite a la admisión del motor, lo que causará unos daños muy graves.
Aceite en la admisión del gasoil, adiós motor
Si vamos circulando con nuestro coche diésel y el turbo rompe, puede mandar aceite a la admisión del combustible. Al compartir algunas propiedades con el gasóleo, el motor puede realizar la combustión de aceite. Y es aquí donde viene el problema, pues el motor sigue quemando ese aceite como si fuera gasoil hasta que se queda sin él y rompe.
Lo bueno que tiene es que es identificable a más no poder. Del mismo modo que cuando los coches rompían el motor en la F1 y salía una humareda blanca enorme, si esto te llega a pasar, esa humareda blanca también saldrá por tu coche. También, por si piensas que es niebla repentina y no das importancia al humo blanco, el coche hará mucho ruido. Por ello la podrás identificar enseguida.
Qué hacer si ocurre
Igual que cuando ocurre es llamativo e identificable, puedes llegar a pararlo antes de que tengas que tirar el motor a la basura. ¿Cómo? Solo tienes que calar el coche. Esto es así debido a que el coche mientras tenga aceite y aire, seguirá quemándolo como si fuera gasóleo, así que, apagarlo no vale. Por eso debes calarlo.
En esta situación es difícil pensar en el cómo, por lo que lo mejor que puedes hacer es meter la marcha más alta del coche, (quinta o sexta, por ejemplo), pisa el freno, pon el freno de mano y suelta de golpe el embrague. Hacerlo con la primera marcha hará que el truco no sirva de nada.
Si tienes un coche automático, es algo más engorroso, pero también se puede hacer. Para ello tendrás que tapar la admisión. Para hacerlo puedes obstruir el aire desde la caja del filtro de aire taponándolo con lo que encuentres y el coche se calará.