De hacerlo, acortaremos la vida del coche, de manera notable
Los conductores van adquiriendo ciertos hábitos al volante, a medida que van pasando más y más horas en la carretera, según van cogiendo confianza consigo mismos y con el coche.
Estos hábitos permiten al conductor afianzarse con el coche y templar sus nervios a medida que va cogiendo destreza. Sin embargo, hay otros que devoran la mecánica del vehículo sin darnos apenas cuenta.
Que no hacer nunca al conducir
Uno de los peores hábitos que puede tener un conductor, a medida que va cogiendo soltura con su coche, es el de dejar la mano apoyada sobre la palanca de cambios.
Esto es algo que cada vez ocurre menos dado que las transmisiones automáticas, así como los coches eléctricos que no tienen palanca evitan que esto se produzca. Sin embargo, el hecho de tener apoyada la mano sobre una palanca de cambios de un vehículo manual hace que se envíe una presión de manera constante al mecanismo, dando lugar a que puedan aparecer algunas holguras y provocando un desgaste anticipado e incluso una avería en el propio sistema del cambio.
Una manera muy sencilla de no tener la mano apoyada sobre la palanca de cambios es dejarla sobre el reposabrazos, si nuestro coche lo equipa. Si no, siempre podremos recurrir a la postura de las dos menos diez o tres menos cuarto para conducir sin apoyar la mano en la palanca.
La otra práctica que debemos evitar a toda costa es la de conducir con el pie sobre el pedal del embrague. Llevar el pie apoyado sobre el pedal también acelerará de una manera rápida el desgaste del propio embrague, provocando averías antes de lo previsto.
Además de esto, el hecho de tener el pie apoyado sobre el pedal hace que aumente de manera innecesaria la temperatura del motor, pues, aunque no lo creamos, estamos sometiendo al coche a un sobre esfuerzo, al llevar el pie apoyado.
También podemos evitar esta práctica de una manera muy sencilla, ya que el vehículo tiene un reposapiés en el lado izquierdo del lado del conductor, donde podemos situar el pie de una manera cómoda y relajada siempre que no utilicemos el embrague.