La edad media de los vehículos que circulan por nuestras carreteras se sitúa en 13,2 años, según datos ofrecidos por la patronal de concesionarios Faconauto. Sin duda, se trata de un problema que nuestro país lleva largo tiempo arrastrando y que los planes de ayudas para la compra de coches nuevos lanzados por el Gobierno no han logrado solucionar.
La ya famosa crisis de los microchips ha desplomado las ventas de vehículos nuevos a nivele mundial y ha disparado la de los usados. Además todo eso ha provocado un incremento del precio de los de segunda mano debido a la demanda y a la escasez que hay. Otra consecuencia directa es que la edad de los que se venden sube y los de más de 10 años son las “estrellas” del mercado ante la ausencia de suficientes vehículos de menos edad.
Así que una empresa que se encarga de ampliar la garantía de estos coches, Car-Garantie, ha hecho un estudio de las averías sobre un millón de estos coches. La primera conclusión es que se hace cada vez más importante el que nuestro taller de confianza revise el vehículo si queremos comprarnos uno de segunda mano y evitar disgustos ante estas averías que son las más comunes.
Según el estudio, es durante los primeros 5.000 kilómetros después de adquirir el vehículo cuando suelen aparecer. En concreto, el análisis revela que casi la tercera parte de los problemas (29%) surgen al poco tiempo de la compra. Después, la incidencia de averías baja paulatinamente al 20,6% (antes de 10.000 kilómetros recorridos), 14,5% (15.000), 9,7% (20.000) y 6,8 (25.000) para volver a aumentar hasta 19,4% a partir de este último kilometraje.
¿Cuáles son las averías más frecuentes?
Según los datos, el principal responsable de que un coche de ocasión se averíe es el sistema de alimentación (19,7%), que también incluye al turbocompresor, seguido muy de cerca por el eléctrico (18,3%). Otras averías frecuentes en estos casos son las que sufre el propio motor (10,7%), casi las mismas que generan las piezas electrónicas destinadas a la comodidad de los ocupantes como la calefacción, limpiaparabrisas, navegadores…(10,3%).
Pero no son las únicas causas de que el coche tenga que visitar el taller. El sistema de refrigeración del motor también puede generar problemas (8,6%), además del resto de los diversos componentes como el climatizador (7,7%), caja de cambios (5,6%), escape (3,6%), transmisión (3,5%), frenos (3,2%), elementos de seguridad de los ocupantes como airbags o cinturones (2,6%), dirección (2,1%), carrocería e interior (1,8%) y chasis (1,2%). Y los elementos que menos se deterioran son el diferencial (0,6%) y el sistema de regulación dinámica del coche, que engloba el ABS, ASR y ESP (0,4%).