Las altas temperaturas pueden ser la causa de un accidente con nuestro vehículo
Quizá no parezca afectarnos, pero el calor elevado, como el de estas últimas semanas, puede aumentar el riesgo de accidente en carretera. La fatiga y la propia sensación de sopor hacen que pueda ocurrir un accidente. Estos consejos podrían evitarte un mal trago.
El calor en si mismo se considera un factor de riesgo. Igual que en las épocas más frías del año la falta de calor o factores como el hielo, la nieve o conducir con ropa de abrigo que nos limita la movilidad puede provocar que tengamos un accidente, el calor provoca otros efectos negativos en los conductores y en nuestro vehículo.
Nuestro cuerpo es capaz de generar calor por sí mismo, por lo que su temperatura está en torno a los 36o, por lo que, si sube de ahí debido al calor, nos empezaremos a adormecer, a sudar a doler la cabeza… Por ello, cuando la temperatura sea superior a 30oC, tendremos que vigilar dos factores como el sueño y la deshidratación. Además, nuestro cuerpo, con el calor hace que aumente nuestro tiempo de reacción y provoca que nos quedemos dormidos al volante más fácilmente.
¿Cómo evitar accidentes en verano?
Es evidente que no podemos controlar todo lo que nos pase para garantizar al 100 % que no tendremos un accidente, pero estos consejos ayudarán en gran medida a no tenerlo.
- Mantenerse hidratado: Llevar en el coche bebidas frías y beberlas con frecuencia hará que el cuerpo recupere los líquidos que pierde cuando sudamos.
- Comida ligera: Las comidas copiosas hacen que el proceso de digestión sea mucho más pesado para nuestro organismo y hará que aumente el sueño. Alimentos ligeros y frescos, como una ensalada, son ideales para tomar si vamos a ponernos al volante.
- Aumentar la distancia de seguridad: Ya que nuestro tiempo de reacción también aumenta, es conveniente dejar más espacio entre los vehículos para poder reaccionar con un mayor margen ante un imprevisto.
- Evitar el medio día: Así evitarás viajar durante las horas del día de más calor.
- Para más a menudo: Como decíamos antes, con el calor tendrás que combatir el sueño y la deshidratación, por lo que hacer paradas cada dos horas como máximo y refrescarnos ayudarán a despejarte.
- Ropa fresca: Vestir con prendas que transpiren o que no nos hagan pasar calor y de colores claros para evitar la concentración de radiación solar.
- Coche fresco: Un coche estacionado al sol en verano puede llegar hasta los 60 grados en el habitáculo, una temperatura insoportable. Por lo que además de aparcar a la sombra si se puede, es conveniente circular con el aire acondicionado de tu coche entre 22 y 25o. Si tu coche no tiene aire, abre las ventanillas de forma cruzada, por ejemplo, delantera izquierda y trasera derecha, para que el aire haga corriente a través del coche.