La falta de mantenimiento es una de las causas que agravan estas averías
A no ser que un coche sea una pieza de museo (que también requieren mantenimiento), siempre debemos mantener nuestro coche en buen estado y estar al corriente de sus mantenimientos y revisiones nos puede hacernos ahorrar en disgustos, así como en dinero de reparaciones.
Y como es lógico, hay averías más comunes que otras, ya sea porque se utilizan más (incluso un mal uso), o porque su desgaste es mayor, pero podemos decir cuáles son las averías más comunes por las que nuestro coche tiene que visitar el taller.
Las averías más comunes
El sobrecalentamiento del motor es una avería temida y puede producirse por muchas causas. Fallo en el sistema de refrigeración, falta de refrigerante, sobreesfuerzo del motor a altas temperaturas, un filtro taponado, o simplemente un manguito que se ha rajado por el tiempo o que se ha salido de su posición… son algunos de los motivos de ir al taller por este fallo.
Las pastillas y discos de freno. Los discos pueden deformarse por el calor y la presión, mientras que las pastillas pueden desgastarse, cristalizarse, o, simplemente que el hecho de viajar con el coche más cargado y que ya sufran desgaste las haga perder eficiencia. En cualquier caso es un motivo común para acudir al taller.
La batería y el alternador. Son averías comunes sobre todo en verano o cuando tenemos el coche parado por mucho tiempo podemos tener que cambiar la batería. El alternador puede fallar debido a un uso excesivo del aire acondicionado los días extremadamente calurosos, así como por el sistema de refrigeración del motor.
La bomba de agua es uno de los componentes básicos del sistema de refrigeración de un coche y una de las averías que más ocurren en carretera. Normalmente, se sustituye a la par que la correa de distribución del coche.
Las escobillas de los limpiaparabrisas son fundamentales para ver y retirar la suciedad o la lluvia de nuestro cristal. El calor las reseca y las estropea, aunque también se deterioran por el propio uso. Si suenan seguramente tengamos que cambiarlas.
Los neumáticos, aunque no son una avería como tal, siempre hay que mantenerlos en perfecto estado y es una causa de las más comunes por las que un coche puede visitar un taller, ya sea para reparar un pinchazo si se puede como para sustituir las ruedas.