Se están instalando en Francia y en breve pueden llegar a España.
Igual que circular a más de la velocidad permitida al paso de un radar es motivo de “foto” que acarrea una muta y la correspondiente sanción económica e incluso retirada de puntos, ahora llegan los radares para los conductores ruidosos.
Estos dispositivos, llamados Medusa, identifican a los conductores de coches y motos cuyos escapes han sido modificados y superan el límite de decibelios establecidos por las autoridades francesas.
El Ministerio del Interior francés ha hecho un estudio en el que estima que una sola moto con el escape modificado que exceda los límites acústicos establecidos, por la noche, es capaz de despertar a 10.000 personas. Y es que más del 20% de los europeos están expuestos a niveles acústicos que son nocivos para la salud.
Multas por exceso de decibelios
El sistema Medusa ya está operativo en 14 ciudades francesas, entre ellas París. Se compone de una estructura sobre la que se soportan cinco micrófonos que detectan el nivel de ruido. Permite escanear los sonidos hasta 10 veces por segundo. Y para captar al infractor, Medusa incorpora una cámara 360º.
Si el sistema resulta eficiente, se espera que a principios de 2023 se instale por el resto de Francia. Las autoridades del país determinarán un nivel máximo de decibelios por decreto para determinar cuándo y cuánto se debe sancionar a un conductor en función del ruido registrado en el radar.
El teniente alcalde de parís a cargo de la transición Ecológica, Dan Lert, explica que “el ruido tiene un alto impacto en la salud, incidiendo en el estrés, la fatiga y los trastornos de concentración. “Especialmente por la noche, el estrés producido por el nivel de ruido puede causar graves patologías generando problemas de sordera, enfermedades cardiovasculares, trastornos de ansiedad, diabetes y obesidad”, afirmó.
¿Puede llegar a España?
En nuestro país, algunos consistorios van a pasar al estudio de los datos de las carreteras francesas para la futura instalación en sus carreteras. De hecho, en Barcelona, concretamente en la C-31 ya se ha instalado a modo de prueba un sonómetro. Además, en todos los países de la UE será necesaria una prueba de ruido para obtener una ITV favorable a partir de 2024.