Como bien sabes la Dirección General de Tráfico ha colocado cientos de radares por las carreteras españolas para prevenir cantidad de accidentes que no para de aumentar en los últimos años. El principal motivo es por no cumplir las normas de circulación, más concretamente, los límites de velocidad.
Por ello, muchos conductores tomaron la decisión de contar con dispositivos antiradares lo cual está totalmente prohibido, pero ahora la cuestión es otra. ¿Qué ocurre si frenas justo antes de un radar? La duda nace sobre si la DGT puede multar o no.
Según Tráfico, el número de radares aumentará a lo largo de este 2022. Habrá todo tipo de radares fijos, móviles, de tramo… pero puede que no sea suficiente. Y van a añadir otros 26 nuevos cinemómetros de tramo, que se suman a los más de 1300 radares ya instalados en las vías españolas.
¿Se puede multar por frenar antes de llegar a un radar?
Actualmente, no existe una norma que especifique o prohíba frenar de forma brusca antes de un radar. Aunque según el articulo número 53 de la Sección segunda ‘Reducción de velocidad y distancias entre vehículos’ del Reglamento General de circulación, los agentes de la Guardia Civil tendrá la potestad para poder multar a cualquier conductor que frene antes de un radar.
Esto se debe a que en la mayoría de las ocasiones, el hecho de frenar puede crear colisión con otro coche que venga detrás, por lo tanto como conductor debes ser consciente de que hay que cumplir las normas de circulación. Pero sobre todo, siempre respetando los límites de velocidad y manteniendo las distancias de seguridad, así como manteniendo el vehículo en buenas condiciones para que no haya problemas tampoco en las distancias de frenado.
Al final lo que peligra es nuestra seguridad y debemos anteponerla bajo cualquier circunstancia. Y no está de más, velar por el resto de los usuarios que pueden verse expuestos ante nuestra actitud en carretera.
En definitiva, sí te pueden multar por frenar sin justificación antes de un radar con una sanción económica de 200 euros, ya que supone una infracción grave a la que, eso sí, no pueden quitarte puntos.