Llevar el coche al taller debe ser siempre una buena experiencia. Y esta empieza por entender a tu mecánco. Y es que en el momento de llevar tu vehículo a un taller, es posible que el profesional nos hable de términos que desconocemos, por ejemplo, a la hora de explicar qué tipo de reparación o piezas necesitamos.
Todo esto puede llevarnos a confusiones de ahí que sea importante intentar entender el significado de algunos de esos términos o conceptos. En este sentido, te proponemos una guía rápida para que entiendas conceptos básicos antes de ir a reparar tu vehículo a un taller, ya que te acercará un poco más al vocabulario que use el técnico del taller…
Guía rápida para entender al taller
- SAR: es el sistema antibloqueo de ruedas, es decir, el que asume el control de los frenos cuadno detecta que los neumáticos pueden bloquearse y derrapar. En caso de frenada brusca, este sistema (SAR) actúa para controlar la dirección a la que se dirige el coche.
- ACC: en este caso es un sistema automatizado que regula la velocidad del coche. A su vez, identifica el tráfico y modifica la velocidad del vehículo.
- AWD o tracción a las cuatro ruedas: la potencia que sale del motor se envía a todas las ruedas del vehículo. Este tipo de vehículos que se caracterizan por tener tracción en las cuatro ruedas pueden tenerla permanente (la potencia se envía siempre a todas las ruedas) o conmutable (la potencia se puede cambiar para que se envíe sólo a dos ruedas).
- Filtro antipartículas diésel (FAP): filtro que recoge y almacena las partículas de los gases de escape para intentar reducir las emisiones de estos vehículos diésel.
- Motor con árbol de levas en cabeza (DOHC): es un diseño de motor moderno con dos árboles en lugar de uno. Se sitúan en los cilindros y añaden potencia al motor.
- Pinzas de freno: éstas aprietan el disco de freno cuando se pisa el pedal de freno por lo que se frena el giro de las ruedas.
- Correa de distribución: es una correa que controla la sincronización de algunos elementos del motor.
- Convertidor catalítico: transforma los gases nocivos como el monóxido de carbono (CO) o el óxido de nitrógeno (NO) que desprenden los gases de escape.
- Chasis: es el núcleo estructural o esqueleto de un vehículo que consta de un armazón que integra y sujeta la carrocería.
- Control de crucero: también conocido como control de velocidad, es un sistema que controla automáticamente la velocidad de un vehículo y suele emplearse en vías rápidas (autopistas, autovías…). El conductor puede fijar la velocidad deseada (con una serie de botones situados a menudo en el volante).
- Correa del ventilador: utiliza un motor para accionar elementos como el alternador y las bombas de agua. La correa del ventilador tiende a estirarse y a veces incluso a caerse, por lo que puede ser necesario ajustarla o sustituirla periódicamente.
- Volante de inercia: Se trata de un disco metálico que aporta inercia al motor y a la transmisión. Casi todos los vehículos de motor tienen uno.
- Inmovilizador: es un dispositivo electrónico de seguridad que está conectado al motor y al sistema de ignición del vehículo. Cuando el inmovilizador está activo, no se puede arrancar el motor, ni siquiera con la llave.
- Suspensión: es sistema de resortes en cada esquina del vehículo, que permite que las ruedas se muevan independientemente del chasis y reaccionen ante los baches y las irregularidades de la carretera.
- Banda de rodadura: cuando la banda de rodadura se desgasta, los neumáticos ofrecen menos agarre. Por este motivo existe la obligación legal de que el dibujo tenga una profundidad de al menos 1,6 mm en el 75 % de la anchura de los neumáticos del vehículo.