A lo largo del año hay varios momentos en los que revisar el estado del vehículo es crucial. La llegada del otoño es uno de ellos porque generalmente hemos vuelto de las vacaciones tras haber realizado más kilómetros de lo habitual y con el ajetreo de la vuelta al trabajo, al cole etc no hemos cumplido con la recomendación de pasar por nuestro taller de confianza para que sus especialistas hagan la revisión del coche. Hay elementos como pueden ser los neumáticos, la batería, los frenos y los amortiguadores, que con el exceso de equipaje pueden haber sufrido más.
Por lo tanto no estaría mal que todos los conductores nos preguntemos, de cuando en cuando, si los amortiguadores están en buen estado, además de conocer la importancia de hacer esa revisión general al coche que hemos comentado, después de las vacaciones. Y es que olvidarnos de los amortiguadores puede suponer un grave error. Ya sabemos que su función es fundamental para que el vehículo funcione correctamente y conforman un elemento crucial para que la seguridad al volante en carretera sea efectiva.
Las revisiones, fundamentales
Los amortiguadores, están en funcionamiento en todo momento y por esa razón, es recomendable que cada 4 años se revisen o bien, una vez hayamos realizado al menos 60.000 kilómetros, siempre con los consejos que nos digan los especialistas. En cuanto su objetivo, encontramos en primer lugar soportar la carga del vehículo, pero no es la única. También se encargan de la absorción de las irregularidades que pueda haber en el terreno y a su vez, aportan confort a las personas que ocupan el coche. Trabajan con los neumáticos para lograr una óptima adherencia y conseguir así, una mayor estabilidad y frenada.
¿Cómo saber si un amortiguador está dañado?
Para ello, realizaremos una presión considerable en cualquier lugar de nuestro coche hacia el terreno. En caso de que la carrocería descienda en exceso sin retornar a su posición original lentamente y de forma estable, deberemos modificarlos. También lo notaremos si el vehículo está desnivelado o si escuchamos ruidos extraños al circular por curvas.
¿Qué consecuencias tiene un amortiguador en malas condiciones?
En primer lugar, la distancia de frenado será reducida y la adherencia a las curvas y el aquaplaning será un asunto a tener en cuenta. Por otro lado, si los amortiguadores están defectuosos, puede provocar que el resto de piezas del sistema de suspensión se desgaste de una forma más rápida. Por todo ello, la seguridad al volante en los vehículos se hace más necesaria que nunca y debemos revisar no solo los amortiguadores, sino el coche en general cada cierto tiempo para ganar en tranquilidad.