Este tipo de inspecciones puedes ser muy útiles para conocer cualquier imprevisto que pueda tener nuestro vehículo
El verano es una de las épocas con más desplazamientos en carretera. Y también es una de las épocas en la que más siniestros en carretera se producen. Tanto es así, que el pasado año, solo desde julio a septiembre, se produjeron el 32 % de los fallecidos anuales en nuestra carretera, por ello, tener nuestro coche a punto es fundamental. Y para tenerlo en perfectas condiciones, debemos tenerlo al día con la Inspección Técnica de Vehículos (ITV).
Y si este verano tenemos que viajar en nuestro vehículo y realizar un trayecto largo por carretera, y una ITV voluntaria es una medida preventiva para evitar un correcto funcionamiento de todos los sistemas del vehículo.
Este examen es similar al que se realiza de forma obligatoria y periódica a todos los vehículos, aunque puede ser completa, en la que se realizará una comprobación como la de la ITV convencional, así como específica, donde solo chequearán algún elemento que queramos examinar en concreto, como dirección, o alumbrado, por ejemplo.
Estas ITV tienen un coste menor al de la ITV obligatoria y no afecta a la fecha de caducidad marcada por nuestra ITV periódica. Lo que hará, sin embargo, es asegurar que nuestro coche está en condiciones óptimas antes de viajar.
Coches de segunda mano
Cuando vamos a comprar un vehículo de segunda mano, hay ocasiones en las que podemos ver que el coche estña impoluto por fuera pero no sabemos a que nos enfrentamos, si tiene alguna falla, daño de relevancia, etc…
Por ello, las ITV voluntarias pueden ser una manera de someter al coche que queramos adquirir a una prueba electromecánica para tener claro que estamos comprando un vehículo en buen estado y que no presente daños, por ejemplo, al dar un nivel de gases elevado, o si tiene alguna reforma de importancia que no tiene legalizada en la ficha de este.