La nueva normativa afectará solo a una generación de vehículos antes de 2035
La nueva normativa Euro7 está cada vez más cerca de entrar en vigor. Tras una serie de retrasos que la han ido posponiendo desde 2021, la Comisión Europea adoptará las nuevas restricciones para los vehículos térmicos antes de que llegue la prohibición total de vehículos de combustión en 2035.
Con ella se establecerán unos protocolos más severos sobre las partículas en suspensión el CO2 y el monóxido de nitrógeno que afecta a los motores de combustión que circulan por las carreteras europeas. Algo que según se prevé, no se adoptará antes de 2025.
La actual normativa Euro6 se hizo efectiva en 2014 y ha estado en el foco de emisiones de las motorizaciones diésel de 2015. Desde su llegada, se ha ido haciendo más severa cada vez que ha pasado por una nueva remodelación.
Antes de que la Comisión Europea anunciase la prohibición de motores térmicos en 2035, se habían filtrado los parámetros de la futura Euro7, con la que la asociación de fabricantes ACEA no estaba de acuerdo por considerarlos excesivamente severos.
Desde su último retraso, se fijó que del 12 al 26 de octubre sería la fecha para ponerla en marcha. No obstante, aunque quedase completamente aprobada, tendrían que pasar tres años o más hasta que entrase en vigor.
Los retrasos en la nueva normativa han sido afirmados por los comisarios de la CE, alegando que es complejo crear normas para turismos, motos y vehículos comerciales al mismo tiempo, la necesidad de reconocer las prioridades de cada uno de ellos e incluso los objetivos de emisiones.
Con este panorama en la electrificación de las marcas, se torna bastante difícil que se produzcan modelos térmicos sin ningún tipo de ayuda eléctrica. Según el propio director de Emisiones y Carburantes ACEA, Paul Greening, “invertir en Euro7 para obtener un retorno pequeño, se está volviendo cada vez más complicado”.
Por otra parte, la Comisión Europea afirmó que la nueva Euro7 se extiende más allá de los niveles de emisiones de turismos, pues afecta también a los vehículos industriales y comerciales, que aún no estarán completamente electrificados en 2035.
No obstante, los defensores de las severas medidas de la Euro7 explican que los beneficios que se obtendrán para la salud serán algo que merecerá la pena ya que estos vehículos estarán circulando en la década de 2040.