A escasos días de la Navidad, y de que muchas personas se tomen unas esperadas (y merecidas) vacaciones, estamos muy cerca de que millones de vehículos salgan a la carretera para que sus ocupantes disfruten de estas fechas tan entrañables en compañía de sus seres queridos.
Unos encuentros que, si bien no los pasaremos como hace pocas fechas esperábamos hacerlo por culpa de la elevada incidencia que está teniendo la sexta ola del covid-19 por la variante omicrón, serán igual de especiales que lo han sido siempre.
Y para preparar esos desplazamientos, además del equipaje y los regalos, otro de los aspectos fundamentales si vamos a viajar en nuestro coche es revisarlo antes para asegurarnos de que está a punto y listo para salir al asfalto.
La rotación (o permuta) de los neumáticos
En este sentido, los neumáticos serán uno de los elementos en los que deberemos poner especial atención a la hora de comprobar su estado (presión, dibujo…). No en vano, son el único punto de contacto de nuestro vehículo con la carretera por lo que de su buen estado depende gran parte de nuestra seguridad al circular ¿Están los de tu coche en buen estado?
Uno de los trucos (o más bien, buena práctica) para alargar la vida útil de los neumáticos y conseguir un desgaste regular y uniforme en todos ellos está en realizar su rotación de forma regular, un hábito tan eficaz como poco conocido entre los conductores.
De este modo, para optimizar la duración de los neumáticos, según los expertos, deben rotarse cada cierto tiempo, a intervalos de unos 10.000 km. Pero, ¿cuál es la razón?
La rotación de neumáticos cumple una función muy importante, que es garantizar un desgaste uniforme, a la vez que permite que sean utilizados de la mejor manera posible y que tengan una mayor vida útil.
Cómo realizar esta operación de forma correcta
Este movimiento de los neumáticos, rotándolos o permutándolos entre ejes, repercute en una mayor seguridad al conducir. Eso sí, para una correcta rotación de los neumáticos, es importante tener en cuenta de si se trata de un vehículo con tracción delantera, trasera o a las cuatro ruedas.
En el primer caso el sistema de frenado principal (y el motor) también va en el eje delantero, por lo que los neumáticos delanteros llevan más peso y, en consecuencia, se desgastan más rápidamente. Por su parte, en el segundo caso, sucede a la inversa, siendo los traseros los que soportan un mayor peso.
De este modo, para hacer la rotación de manera correcta, en los vehículos de tracción delantera los neumáticos traseros deberán trasladase al eje delantero formando una X, es decir, el trasero derecho pasará a la izquierda en el eje delantero y el trasero izquierdo al lado derecho del eje delantero. Por su parte, los neumáticos delanteros irán a la parte trasera sin cambiar de lado (permuta).
En los vehículos de tracción trasera, por su parte, la rotación se debe hacer a la inversa, de manera que los delanteros pasan al eje posterior, igualmente formando una X. Mientras, los neumáticos traseros pasan al eje delantero sin cambiar de lado.
Finalmente, en los vehículos de tracción en las cuatro ruedas, la rotación se debe hacer de manera cruzada con los cuatro neumáticos.
Con esta sencilla operación en el taller, lograremos que los neumáticos se desgasten de forma más uniforme, alargando, al mismo tiempo, su vida útil.