¿Sabes qué tienen en común el retrovisor, las líneas de la carretera, el limpiaparabrisas o los intermitentes? Más allá de ser elementos habituales en los vehículos o en las calzadas, todos tienen en común que fueron inventado por mujeres. Pioneras que ayudaron a revolucionar el sector del automóvil y que marcaron la senda de las siguientes generaciones.
Cada vez más, las mujeres están más presentes en el sector de la automoción: desde las fábricas de vehículos o componentes a los órganos de decisión de los fabricantes de vehículos, pasando por talleres o distribuidores de recambios…
Inventos de la automoción con firma de mujer
Y aunque aún queda camino por recorrer, estas conquistas, junto a las que firmaron otras de generaciones anteriores, las convierten en un engranaje fundamental. De igual modo, ya no son excepcionalidades que las mujeres conduzcan autobuses o camiones. O que sean taxistas o compitan en deportes de motor. junto a hombres…
June MacCarroll: las líneas de carretera
June MacCarroll fue una doctora que ejerció su profesión a comienzos del siglo XX. Un día de 1917, cuando conducía hasta su oficina en California, un camión la sacó de la carretera. Esta situación le llevó a pensar que una línea divisoria en la calzada habría evitado el accidente. Comunicó su idea a las autoridades, pero éstas se negaron a llevarla a cabo.
Lejos de detenerse, McCarrol pintó con sus propias manos las líneas de separación en un tramo e impulsó, junto a asociaciones de mujeres, una campaña para extender esta medida. Apenas siete años después, en 1924, las autoridades californianas convirtieron esta idea en ley y pintaron la línea de separación en 5.600 km de carretera.
Florence Lawrence: los intermitentes y la luz de freno
Florence Lawrence (1886-1938) está considerada como la primera gran estrella del cine. Así lo recuerda una lápida en el cementerio de Hollywood donde descansan sus restos. Fue una de las actrices más reconocidas de los inicios de siglo XX, con casi 300 películas. Más allá de los focos, era una apasionada del motor. Coleccionaba modelos de todo tipo. Los conducía y además los reparaba.
Su interés y capacidad creativa le llevó a diseñar un artilugio en forma de palo que se movía para indicar si el vehículo iba a girar, además de una señal de ‘Stop’ que se veía en la parte trasera cuando el conductor accionaba el freno. Lawrence había inventado los intermitentes y la luz de freno. Aunque no patentó estos sistemas, su aportación fue decisiva para el futuro de la industria.
Mary Anderson: el limpiaparabrisas
La siguiente historia ocurre bajo una lluvia intenso a comienzos también del siglo XX. Invierno de 1902 en Nueva York: la ranchera y viticultora de Alabama Mary Anderson (1866-1953), visita la ciudad con sus hijas. Mientras va en el taxi se fija en que el conductor tiene que parar constantemente para quitar el agua, el hielo y la suciedad que se acumulan en los cristales. Imagina entonces el primer limpiaparabrisas.
De vuelta a casa, trabaja con un diseñador para inventar un dispositivo que se usa de modo manual desde dentro del vehículo. Llegó a patentar su innovación, pero no encontró comprador. Después de que expiraran sus derechos, el limpiaparabrisas comenzó se comenzó a instalar de serie en la mayoría de los modelos.
Dorothy Levitt: el retrovisor
Dorothy Levitt (1882-1922) fue una periodista y activista feminista, además de piloto de todo tipo de vehículos, cuanto más veloces, mejor. Daba igual que fuesen por agua o por la tierra. Su pasión por la velocidad le llevó a establecer varios récords, como el que consiguió en 1905 al llevar su deportivo hasta los 146 km/h. Sus habilidades como conductora le hicieron, incluso, impartir clases de conducción a la reina Alejandra de Dinamarca y a escribir el libro ‘La mujer y el coche’.
Precisamente, es en este libro de 1906 donnde Levitt recomienda a las mujeres que lleven siempre un pequeño espejo pero no para un uso estético, sino para ver el tráfico detrás del vehículo. Este apunte sería clave para el desarrollo del retrovisor, cuya primera patente, de Elmer Berger no llegó hasta 1921.
Margaret Wilcox: el sistema de calefacción
Margaret A. Wilcox nació en Chicago en 1838 y fue una de las pocas mujeres ingenieras mecánicas de su época. Con 34 años patentó el primer sistema de calefacción para un automóvil en noviembre de 1893 a través de un mecanismo que redirigía el aire sobrante de los motores hacia la zona del conductor.
Sin embargo, al no poder controlar la temperatura del aire que salía esto resultaba peligroso al alcanzar temperaturas demasiado altas. Este contratiempo no pudo hacer viable su sistema, que, no obstante, fue la base de los sistemas que llegarían después hasta hoy. Se cree que el primer automóvil que implementó con éxito un sistema de calefacción interior basado en la innovación de Wilcox fue el Model A de Ford de 1929.