Esto es lo que tienes que saber sobre cuándo sustituirlos y cuáles elegir
Los neumáticos son una de las partes fundamentales a llevar en perfecto estado en nuestro coche, ya que son la única zona de contacto con el asfalto, pero, a veces podemos no saber cuando nos toca cambiarlos o simplemente, no saber cuales elegir entre tantas marcas, modelos y precios. Con estos pasos sabrás como decantarte por los perfectos para tu vehículo y sin dejarte más dinero del necesario.
Los neumáticos deben cambiarse de forma periódica. Para saber cuando toca poner gomas nuevas hay que fijarse en dos elementos: el desgaste y la edad de la goma. En cuanto al primer factor, la banda de rodadura debe ser superior a 1,6 mm. En caso de tener menos, debemos cambiarlos, ya que además de reducir nuestra seguridad será ilegal circular con ellos. Los neumáticos cuentan con un testigo que indica cuando llegamos al límite de su vida útil, pero si los cambiamos algo antes, iremos más seguros.
Otra razón para sustituir nuestras gomas es que encontremos en ellas grietas, zonas cuarteadas u otras imperfecciones que podamos apreciar con un simple vistazo, algo que puede ocurrir si no llevamos la presión adecuada en nuestras ruedas.
En cuanto a la edad del neumático, debemos saber que los neumáticos no caducan, pero si envejecen con el tiempo. Si se guardan según la normativa de la Asociación Europea de Fabricantes de Neumáticos y Caucho, pueden mantener un estado óptimo sin fecha límite de uso, independientemente de cuando se fabricasen, pero esto cambia en cuanto se instalan en nuestro vehículo.
Como alargar la vida de nuestras gomas
Cuando se usan, la durabilidad de nuestras gomas no solo depende de la edad, sino del asfalto por el que rueden, nuestra forma de conducir, la temperatura, las presiones, la carga que llevemos y que les hagamos soportar, etc. En cuanto a esto, el organismo europeo que regula las normas que deben cumplir las gomas fabricadas y vendidas en Europa, indican que es conveniente que un experto las vigile a partir del quinto año de su utilización y que sean reemplazadas a los diez años de uso desde que se fabricasen, independientemente de su nivel de desgaste.
Para saber la edad de nuestra goma, solo tenemos que mirar un número de cuatro cifras llamado DOT, que nos indicará la fecha de fabricación. Por ejemplo, si el número es 3821, nos indicará que ese neumático se fabricó la la semana 38, (septiembre) de 2021.
¿Qué neumático debo elegir?
Nuestra elección dependerá en mayor medida de por donde conduzcamos. En España, por ejemplo, las más comunes son las gomas de verano. Están diseñadas para funcionar desde los siete grados y a esa temperatura funcionan con más efectividad que una goma de invierno. Por su parte, los neumáticos de invierno, con las letras M + S o un dibujo de una montaña funcionan mejor en los meses fríos, pero se desgastan antes con el calor. También encontramos los neumáticos all season, es decir, mixtos. Estos funcionan durante todo el año, aunque con calor se desgastan algo más que los de verano y no sirven para sustituir a las cadenas, a diferencia de los de invierno. Además, las cubiertas pueden ser ecológicas, para una conducción suave y eficiente o deportivas, para un agarre mayor.
También existen los neumáticos run-flat, con flancos reforzados que evitan que la goma desllante en caso de pinchazo y permiten circular unos 80 kilómetros a unos 80km/h.
¿Qué significan las etiquetas de los neumáticos?
La etiqueta del neumático detalla con letras de la A a la E la resistencia de nuestra goma a la rodadura, la adherencia y el ruido en decibelios. La más alta tendrá un mayor consumo, pero también un mejor agarre, por eso tendremos que encontrar el punto perfecto entre nuestras necesidades al alegir ruedas.
¿Qué ruedas monto a mi coche?
Normalmente debemos dejar a un lado el sentirnos influidos por el precio. En este caso, unas gomas de un fabricante de primer nivel funcionaran mejor que unas de bajo coste, aunque hay marcas de calidad que fabrican gomas a buen precio. Si no tenemos noción de cuales son, lo mejor es dejarse asesorar por personal cualificado.
Es totalmente desaconsejable utilizar gomas de segunda mano o recauchutadas, así como las low cost mencionadas antes. Solo debemos recurrir a ellas si se instalarán en vehículos que movamos poco o por zonas rurales a velocidades reducidas.