Cada modelo lleva un fluido específico para su motor según sus características y la climatología por donde se mueva el vehículo
Al igual que ocurre con el aceite, el líquido de frenos, o incluso el líquido de los eyectores del limpiaparabrisas, el líquido refrigerante es fundamental para que el coche funcione correctamente.
Tanto es así que en invierno evita que el agua que pueda haber dentro de todos los sistemas del vehículo llegue a congelarse, y en invierno consigue que el coche funcione a su temperatura correcta durante todo el tiempo sin que se sobrecaliente.
Por esta razón es muy importante elegir correctamente el líquido refrigerante, conocido también como anticongelante, para nuestro vehículo, pues al igual que el aceite, cada coche lleva uno especificado por el fabricante.
Cómo saber qué anticongelante usar
Normalmente, para elegir el líquido refrigerante adecuado, muchos usuarios creen que es suficiente con elegir el que es del mismo color que el que llevan en el coche. Así pues, podemos encontrar en el mercado líquido refrigerante de color verde, naranja, azul, rosa, etc.
Estos colores, sin embargo, no garantizan de una manera exacta que nuestro líquido refrigerante sea uno u otro según su color, ya que estas diferentes tonalidades las ponen los propios fabricantes para diferenciar sus líquidos. Por ello, nuestra elección no solo debe ser cuestión de color.
Para poder acertar con el líquido que corresponda a nuestro vehículo, tenemos que ver que sea de las mismas propiedades que el que llevamos en el vaso de expansión. Podemos encontrar muchos tipos en el mercado como G 11, G 12, G 12+…, cada uno específico para diferentes motores y condiciones medioambientales.
De este modo, para seleccionar el anticongelante correcto podremos mirar en el propio manual del vehículo o bien en el vaso de expansión para saber cuál es la marca y tipo de líquido refrigerante que recomienda el fabricante para nuestro coche. Esta será la mejor forma de garantizarnos, que no mezclaremos líquidos entre sí.