Redes que simulan siniestros para blanquear dinero procedente del narcotráfico, mafias que fingen atropellos a ciclistas, artistas que reclaman miles de euros mientras actúan en teatros o modestos deportistas que reclaman una incapacidad permanente mientras hacen footing en parques públicos.
Estos son algunos de los casos que los especialistas de Línea Directa han desenmascarado durante los dos últimos años y que forman parte del “VI Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos y de Hogar”, que analiza casi 75.000 intentos de estafas destapados por la compañía en ambos ramos en los dos últimos años.
El informe desgrana la evolución que ha tenido el fenómeno del fraude al seguro en los últimos 12 años (2009-2020) y analiza las actividades de las mafias organizadas.
Los partes falsos, en máximos históricos
La principal conclusión de este estudio es que el covid-19 dispara el fraude al seguro del coche, ya que la frecuencia, es decir, la proporción de partes falsos subió un 21% en 2020 a pesar del confinamiento y de las restricciones de movilidad. Esta circunstancia sitúa a los partes fraudulentos en el máximo de toda la serie histórica, ya que, a cierre de ese ejercicio, 7 de cada 100 accidentes eran falsos.
No obstante, hay más fraude al seguro pero de menor importe que en otras ocasiones. De hecho, en el último año el porcentaje de estafas al Ramo de Autos llega al 7% frente al 5,7% del anterior Barómetro (2017-2018), pero los costes de los engaños bajan notablemente hasta alcanzar los 1.130€ por caso (-13%), algo característico de las épocas de recesión.
La estafa más habitual se produce en el seguro del coche y lo suelen realizar hombres jóvenes con trabajos precarios que tratan de incluir en el parte daños ajenos al siniestro, generalmente materiales.
Por otra parte, más de la mitad de las personas que trataron de engañar a la compañía durante los dos últimos años, afirman que lo hicieron por la situación económica generada por la pandemia (55%).
Redes organizadas
El confinamiento vivido de marzo a mayo de 2020 puso en graves apuros a las redes organizadas de fraude al seguro, ya que sus actividades se vieron afectadas por las dificultades logísticas y de movimiento.
En este sentido, se han identificado 74 mafias en 2020, muy lejos de las 123 registradas en 2018. Con todo, la compañía ha destapado las actividades de casi 700 bandas en menos de una década.
Estas redes suelen ser de dos tipos: las que simulan siniestros y las que los causan implicando a terceros inocentes. Suelen presentar una estructura muy jerarquizada y una cúpula muy pequeña formada por 2 o 3 cabecillas que se centran en reclamar las indemnizaciones por daños corporales debido a su mayor importe, siete veces superior al de otros intentos de fraude. Su “modus operandi” suele ser el llamado “fraude en carrusel”, en el que estas organizaciones van estafando a distintas aseguradoras de forma sucesiva.
Más fraude en el sur… con matices
El estudio también ha actualizado el Mapa del fraude en España. A tenor de los resultados, el fraude de particulares se localiza en el sur del país, ya que, además de Murcia, 5 provincias andaluzas se sitúan entre las 10 primeras. Pero esta realidad tiene matices, ya que, en esta edición, también ha repuntado en algunas zonas del norte.
De hecho, Cantabria (9,4%) encabeza el ranking de este VI Barómetro, seguida por Cuenca (8,6%) y Málaga (7,6%), todas ellas muy por encima de la media nacional, situada en el 6,3% de los partes. Mientras, las provincias en las que se ha registrado menos intentos de estafas al seguro en los dos últimos años son Soria (2,9%), Teruel (3%) y Palencia (3%).
En lo referente a las mafias, se ha establecido una proporción entre el número de redes organizadas detectadas durante los dos últimos años y la población de cada Comunidad medida en millones de habitantes. Y el ranking resultante lo lidera de forma muy destacada la Región de Murcia, seguida a mucha distancia por Andalucía y País Vasco.
¿Qué opinan los españoles del fraude al seguro?
Para complementar el estudio, el estudio analiza la opinión pública sobre este tema, con algunas relevaciones sorprendentes, ya que más de 3 millones de conductores españoles reconocen haber dado conscientemente información falsa al seguro. ¿Los motivos que alegan para mentir? La situación económica, la cultura del engaño que hay en España, que lo hace menos censurable, y los precios de los seguros.
En cualquier caso, aunque la mayoría de los españoles desaprueba el fraude al seguro (63%), el 37% lo justifica en algunos casos y más de la mitad de las personas que han mentido a sus compañías en los dos últimos años (51%) no se arrepiente de haberlo hecho.
Especialmente llamativo es que 3 de cada 4 españoles estaría dispuesto a denunciar a otra persona que comete fraude a la compañía de seguros a cambio de un beneficio económico.