Hoy en día es más exótico comprar un coche nuevo con el tradicional freno de estacionamiento, o freno de mano como se lo conoce popularmente, que con el freno de ‘mano’ eléctrico, lo cierto es que tiene sus pros y sus contras y defensores y detractores.
El clásico freno de mano mediante palanca es un elemento que está en peligro de extinción. Y es que salvo contadas excepciones, a día de hoy sólo puedes encontrar un puñado de coches nuevos con él cuando hasta hace pocos años, lo raro era el freno de mano eléctrico.
El freno de mano eléctrico, cada vez más presente
La llegada y ampliación en el uso de los frenos de estacionamiento de accionamiento eléctrico ha cambiado el gesto de ‘tirar de la palanca’ por completo y es que ahora basta con ‘tirar o apretar un botón’ para accionar el freno de estacionamiento.
Ahora, a excepción de unos pocos modelos, el freno de mano se está reemplazando por un ‘freno de dedo’ que se activa al pulsar un botón o activador similar al que se emplea en las ventanillas, por lo que apretando liberaremos el freno y tirando hacia arriba lo activamos.
Este sistema ha dado ‘alas’ a otras ayudas como la desactivación del freno eléctrico cuando empezamos la marcha, el asistente en pendientes con mayor generalización —antes lo incorporaban muy pocos coches— y otros. Sin embargo, ¿es tan bueno como dicen?
¿Cómo funciona el freno de mano eléctrico?
El freno de mano tradicional tenía un sistema muy simple: cuando tirábamos de la palanca, tensábamos dos cables, uno por cada rueda.
Este cable lo que hacía era tirar de una pieza que apretaba las pastillas de freno a los discos o las zapatas a los tambores. Con esta acción se bloqueaban las ruedas traseras y se inmovilizaba el coche. Así de sencillo.
En el caso de los frenos de estacionamiento eléctricos, el sistema sustituye al cable de acero tradicional del freno de mano por un cable eléctrico que envía una señal a dos motores eléctricos ubicados en cada una de las pinzas.
Estos motores accionan unos piñones y ese es el ruido que escuchas cuando activas o desactivas un freno de estacionamiento eléctrico.
Ventajas y desventajas
Ventajas del freno de estacionamiento eléctrico
– Los fabricantes optan por estos sistemas para liberar espacio en el túnel de transmisión, pues el freno de mano eléctrico ocupa menos espacio. No obstante, este punto es rebatible, pues algunas marcas instalaban un freno de estacionamiento que se activaba con el pie y se desactivaba con una palanca en el lado izquierdo del volante.
– El freno de estacionamiento eléctrico ofrece una mayor comodidad, ya que permite automatizar la activación y la desactivación cuando apagamos el motor o lo arrancamos.
Desventajas del freno de estacionamiento eléctrico
– Se trata de un sistema bastante más complejo, por lo que sus averías serán más complejas… y caras.
– En caso de fallo eléctrico o de la batería, hay un sistema para ‘liberar el freno’ pero para ello deberás recurrir al manual de usuario del coche.
– A diferencia del freno de mano tradicional, en este no podremos activar el freno de emergencia de forma gradual.
– Mantenimientos tan simples como un cambio de pastillas requieren herramientas de diagnóstico específicas.
Tal y como puedes ver, el freno de estacionamiento eléctrico cuenta con más desventajas que ventajas, si bien son los fabricantes los que están imponiéndolo esta tecnología.
Es más caro, por lo que encarece el coche que vamos a comprar y también su mantenimiento y posibles reparaciones. Eso sí, es más estétco y moderno, y viene acompañado de otras ventajas y funcionalidades.