Este pequeño plástico cumple una función de seguridad de gran importancia
Cada vez que cogemos el coche, y cuanto más tiempo lo hacemos, posiblemente los pequeños elementos que lo conforman están están hechos a nuestra vista que pueden pasar desapercibidos.
Uno de estos componentes que no solo está en un vehículo propio, sino que podríamos encontrarlo en cualquiera, es el botón secreto de un cinturón de seguridad. Algo que está ahí, pero que poca gente sabe de su funcionalidad.
Y es que el cinturón de seguridad se ha podido convertir en un elemento de los más cotidianos que podemos encontrar en un vehículo, ya que desde que se implantó en 1959 por primera vez en un coche, pasando por los años 70, donde fue obligatorio en España y en los 90, donde también pasó a ser indispensable la parte trasera del coche, todo el mundo sabe de su importancia a la hora de salvar vidas.
Que es el botón del cinturón
El propio cinturón de seguridad, más allá de ser una tela que sujeta al conductor y pasajeros de un vehículo es un complejo sistema mecánico y eléctrico que se adapta a la posición del cuerpo para darnos libertad de movimientos, contrayéndose y extrayéndose. Sin embargo, actuando de manera inteligente, detecta cuando esos movimientos no son habituales, como por ejemplo un frenazo y en ese momento se bloquea de tal manera que retiene a quien lo lleve puesto.
Esto se produce porque la propia banda de cinturón de seguridad está conectada a un mecanismo compuesto de un resorte y una bobina que detecta cuando se produce un movimiento más brusco de lo normal.
Además, cuenta con pretensores que garantizan la retención de la persona que lleve colocado el cinturón, actuando en pocas milésimas de segundo para que sea lo más eficaz posible. Sin embargo, entre toda esta tecnología y seguridad, el botón del cinturón de seguridad no es nada más ni nada menos que un elemento de comodidad para el ocupante.
Y es que este botón de plástico que pasa tan inadvertido a los ojos del conductor y de los ocupantes, solo tienen la función de hacer que la hebilla siempre esté en el lugar adecuado, de tal manera que no haya que mover todo el cinturón cada vez que tengamos que utilizarlo.