Entre otras cosas, dependerá de donde estés sentado
Cuando vamos circulando en un vehículo, uno de los malestares más comunes que podemos padecer, son los relacionados con lo comúnmente conocido como mareos.
En ocasiones, sobre todo, si vamos como copiloto o como ocupantes de un vehículo, el ir mirando demasiado el teléfono móvil, leyendo un libro, o si circulamos por una carretera con muchas curvas, etc., podemos empezar a encontrarnos mal y a empezar a notar que la cabeza nos duele, incluso llegando a tener náuseas.
El cuerpo interpreta el mareo como amenaza
Estos síntomas se producen porque empieza a existir una descoordinación entre nuestro cuerpo con el sistema vestibular, que es aquel que se encarga del equilibrio. Esto es algo tan sencillo como que el cuerpo no entiende que nosotros estemos sentados y quietos, mientras que por la ventana todo esté pasando a una velocidad mucho más alta. Hay sentidos que sí informan en el sistema central de que nos estamos moviendo, pero, sin embargo, otros no lo hacen, y ante esta falta de coordinación se producen los mareos.
Ante esta situación inexplicable, el cuerpo cree que se encuentra amenazado, y por esa razón empezamos a tener nauseas, incluso ganas de vomitar por la prevención de nuestro cuerpo queriendo expulsar la amenaza que le invade.
El lugar donde estemos sentados en el coche tiene que ver a la hora de marearnos. Por ejemplo, el conductor no debe marearse jamás, y si lo hace es seguro porque tiene alguna otra patología. Esto sucede porque el conductor siempre estará manteniendo la atención en la carretera y lo que está haciendo irá en sincronía con la velocidad a la que lo percibe. por otra parte, un ocupante que vaya leyendo un libro de manera calmada, no tiene por qué ir concentrado en que a la vez va a 120 km/h si circula por una autopista.
Para evitar los mareos, es aconsejable que el conductor circule con velocidad constante y de manera suave, sin efectuar giros bruscos, y que las personas que sufren de mareos se colocan en el sentido de la marcha, mirando hacia un punto fijo y no distrayéndose con el móvil, libros, etc. por supuesto, parar de manera periódica para relajarse, también puede prevenir los mareos.