La corrosión y el óxido son algunos de los desencadenantes que puede ocasionar no utilizar el producto adecuado
La seguridad en nuestros vehículos es algo fundamental, y el parabrisas forma una parte imprescindible en ella ya que otorga a nuestro vehículo una rigidez estructural de un 30%, además de contener, también dependiendo de lo equipado y moderno que sea el coche, varios sensores para las ayudas a la conducción. Por ello, es imprescindible mantenerlo limpio y cuidado en todo momento, ya que puede ser un elemento diferencial a la hora de tener un percance en carretera.
Obviamente, tener un parabrisas sucio está relacionado directamente con nuestra visibilidad, restándonos campo de visión y reflejando la luz de manera incorrecta, lo que hará que no tengamos una buena visión de lo que nos encontremos en el camino. Y parte de esa limpieza necesaria del cristal es gracias a los limpiaparabrisas, que no solo deben mantenerse en buen estado las escobillas, sino que una parte importante recae sobre el líquido limpiador que apliquemos en el depósito.
Las erróneas soluciones ‘caseras’
La opción más sencilla y barata es el agua pura. Es una elección al alcance de todos pero también puede jugar en nuestra contra. Dado que el agua pura no tiene ningún tipo de anticongelante, si vivimos en zonas de fríos inviernos podrá congelarse con más facilidad. Es fácil evitar el congelamiento del agua cuando al rellenar el depósito echemos unas gotas de anticongelante, aunque a la larga pueden surgir restos de óxido.
También puede ocurrir que tenga una mayor concentración de cal y que esta obstruya los eyectores de los limpiaparabrisas.
También hay “fórmulas caseras” para rellenar el líquido del limpiaparabrisas. Algunas son como mezclar agua con alcohol, aunque para ser adecuada tiene que ser una mezcla del 95% agua 5% alcohol.
Por otra parte, está el clásico agua con limpiacristales común donde la proporción adecuada es de dos tercios de agua por un tercio del limpiador. Estos productos para la limpieza del hogar pueden sacarnos de un apuro, aunque no es lo adecuado para nuestro coche, ya que pueden ocasionar óxido y corrosión en los circuitos.
Tampoco los desengrasantes como los lavaplatos son recomendables, puesto que al mezclarse con el agua y salir a presión de los eyectores pueden producir espuma y restarnos visión mientras conducimos, lo que también será contraproducente.
Qué líquido elegir
A la hora de rellenar el depósito de nuestro líquido limpiaparabrisas, lo más recomendable siempre será escoger un producto específico destinado a ese fin. Se venden en muchos sitios, desde centros comerciales hasta en cualquier gasolinera y se pueden encontrar, dependiendo de la marca, a precios realmente económicos, además de garantizarnos un funcionamiento correcto.