El motor de un coche puede verse afectado por una pérdida de potencia, ya sea por el paso del tiempo o por algún defecto. Lo habitual es que dicha pérdida de potencia provenga de algún problema en la combustión, ya sea el motor de gasolina o diésel.
De este modo, este fenómeno puede darse porque no llegue suficiente aire y/o combustible y, por tanto, la mezcla no sea la adecuada. También, que los elementos que provocan la reacción química no funcionen bien o no lo hagan de forma coordinada
Asimismo, también podremos notar problemas de pérdida de potencia si el cilindro ha perdido estanqueidad (y se le vaya la fuerza por donde no debe, en lugar de para mover el pistón).
Todo ello sin perder de vista la tan común electrónica de los coches modernos, que a base de sensores, actuadores y otros sistemas, puede dar algún que otro disgusto.
No obstante, podemos encontrar otros motivos que pueden provocar que el coche tenga menos empuje, pero que no están directamente relacionados con el motor y sus componentes. Por ejemplo, puede ser por piezas del tren de rodaje como los rodamientos, unos frenos mal posicionados que tocan los discos, o bien un cable del freno de mano tan tensado que roce aun con la palanca abajo del todo.
Cuáles son las causas principales de pérdida de potencia
Uno de los motivos más frecuentes es tener algún problema en el suministro de aire. El motor no tiene suficiente oxígeno para quemar el combustible y pierde potencia. Esa carencia puede tener varias causas…
A qué elementos puede deberse:
- Inyectores: hace que aumente el consumo del coche y a su vez, pierda potencia. Debes acudir a un taller para que limpien los inyectores específicos según el motor que tengas. Hay que usarlo de forma periódica para asegurarte que está en buenas condiciones para funcionar.
- Filtro del aire: es decir, todo aire que entra debe pasar por un filtro para evitar las impurezas y que haya un taponamiento de suciedad. Igual has conducido con mucho polvo o humo y tu motor no ha respirado correctamente.
- Caudalímetro: es la pieza para medir el flujo de aire que llega al motor y trabaja desde la centralita del coche. Si mide mal la cantidad de aire, será detectado por la unidad de control del motor que funcionará en modo de emergencia.
- El turbo: algunos coches cuentan con un turbo, pero éste no les permite que se suministre bien el aire a presión y por tanto el motor hace un sobreesfuerzo. Si tu coche tiene un turbo de geometría variable (como la mayoría de los diéseles actuales) y notas que tu coche pierde potencia en base a algunas revoluciones donde antes sí rendía bien, puede que los álabes se hayan atascado. De todas formas, la unidad de control del motor tiene que detectar el mal funcionamiento.
- Sensor del turbo: indica a qué velocidad gira el turbo para mantenerlo bajo control. Es una cuestión más electrónica que mecánica.
- Bomba de combustible: puede ser un fallo para que no llegue bien el combustible. Si este mecanismo falla lo más probable es que necesiten una nueva bomba. Aun así, cuenta con una serie de filtros pero de muy bajas tolerancias por lo que si se obstruye, el combustible no llega al motor y el coche se para.
- Bujías: si tienen un mal funcionamiento, éstas no producirán la chispa adecuadamente y la explosión no será correcta. Este fallo puede ser causado a una mala conexión de los cables de las bujías o incluso, debido a impurezas en la cabeza de las mismas (residuos, carbonilla, óxido, desgaste, aceite…).
- Descompresión de cilindros: una mala lubricación de todo el sistema o una descompresión de los cilindros también pueden acarrear perdidas de potencia. En caso de una mala lubricación, el motor tendrá más rozamiento, y le costará hacer más su trabajo además de sufrir de un desgaste prematuro de las piezas… Si lo que ocurre es que los cilindros sufren de descompresión, esto puede deberse a un fallo en la válvula de escape o la rotura de algún aro o junta.
- Estiramiento de la cadena de distribución: aunque teóricamente las cadenas de distribución están pensadas para que duren mucho, las hay que se acaban estirando con el paso de los años. Cuando la cadena se estira un poco más, se nota una pérdida de potencia del motor.
- Problemas en el control de estabilidad: puede parecer que no tiene nada que ver, sin embargo, hay coches que si detectan un fallo en el sistema de ESP o ABS, limitan la potencia del motor. En ese caso, lo más común es que se te haya encendido un testigo en el cuadro de mandos.