Cada vez están y estarán más presente las nuevas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en las ciudades. De hecho, la ley de cambio climático y transición energética ha exigido que en los municipios de más de 50.000 habitantes se impongan a partir de 2023 para intentar evitar una cifra mayor de contaminación.
En algunos puntos donde se sobrepasan los 20.000 habitantes y no se cumplen con los límites también se quiere establecer las ZBE. Por ello, se espera que de aquí a 2023 haya más de 150 localidades españolas que cuentes con Zonas de Bajas Emisiones.
De este modo, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico quiso establecer con la citada ley las primeras bases e ir ideando el diseño, desarrollo y aplicación. Con ella también se busca que una vez estén creadas las ZBE, los municipios deberán, cada cuatro años, pasar unas pruebas para analizar si realmente hace efecto o no el cambio.
Debes saber que, con la Ley de Tráfico actual, todo aquel conductor que no respete las normas de acceso y la circulación en una ZBE estará expuesto a una multa de 200 euros. Aunque cada ayuntamiento es el encargado de imponer una cifra u otra.
Con las ZBE, que estarán señalizadas con una nueva señal de tráfico, se busca reducir la huella de carbono en las ciudades y mejorar la calidad del aire. Además se quiere conseguir que haya un orden entre turismos, peatones, y otro tipo de vehículos.
Qué vehículos circularán por ZBE
Los vehículos que tendrán preferencia para poder circular por las ZBE son aquellos con la etiqueta Cero de la DGT. Por lo tanto, aquellos vehiculos categoría A (los que carecen de distintivo), no pueden pasar ni circular por estas zonas como ya se ha impuesto en ciudades como Madrid y Barcelona.
Mientras tanto, aquellos vehículos que tienen hoy día etiqueta B (coches de gasolina matriculados entre 2001 y 2005, y los de diésel entre 2006 y 2013) y C (vehículos de gasolina matriculados desde 2006 y los de diésel desde el 2014) también irán desapareciendo poco a poco del centro de las ciudades.
Por su parte, los vehículos con etiqueta ECO, que ya representan un 25% de las ventas actuales, se quedan en un «limbo»: no se habla de darles prioridad, pero tampoco se anuncia su retirada de las ciudades, por lo que es de esperar que se imponga algún tipo de restricción en un futuro.