Al hacerlo, podemos ponernos en peligro a nosotros mismos y a los demás usuarios de la vía
Alguna vez, los conductores tenemos que pasar al lado de un accidente de tráfico que ha ocurrido cerca de nosotros. Y también hemos visto como algunos conductores, e incluso puede ocurrirnos a nosotros mismos, reducimos la marcha de manera inconsciente (o no) para ver que a ocurrido. A esto se le llama el efecto mirón.
Este mal hábito puede distraernos de la carretera por mirar hacia el lado del accidente y ponernos en peligro tanto a nosotros como a los otros conductores, ya que nuestra curiosidad puede hacer que nosotros mismos colisionemos provocando otro accidente.
Cómo actuar ante un siniestro
Si vemos que las personas involucradas en el accidente ya están siendo atendidas no debemos girar la vista ni distraernos. Adecuaremos la velocidad a las circunstancias que requiera la vía, extremaremos la precaución antes de realizar alguna maniobra y guardaremos mayor distancia de seguridad con los vehículos siniestrados y con quienes estén atendiéndolos.
Por otro lado, si nos encontramos el siniestro de manera repentina y no hay nadie, si deberemos detenernos para ayudar a las personas involucradas aplicando la norma de Proteger, Avisar y Socorrer (PAS) de la DGT, ya que de lo contrario podremos ser sancionados.
Es fundamental mantener la atención en la carretera en todo momento y así poder estar lo más prevenidos posible de los peligros que podamos encontrarnos, como puede ser este efecto mirón. La mejor forma de evitarlos es ser conscientes de las consecuencias que acarrean estas conductas.