Conducir un vehículo sin las homologaciones correspondientes puede acarrear desde multas hasta la no cobertura en caso de siniestro por parte de la aseguradora
Un enganche de remolque, las lunas tintadas o incorporar luces diurnas son algunas de las modificaciones más comunes que se realizan en los vehículos y que deben estar legalizadas. Además, necesitaremos realizar una Inspección Técnica de Vehículos específica para la parte del vehículo modificada que queramos homologar.
Algunos propietarios deciden llevar a cabo modificaciones en sus vehículos por diferentes motivos: comodidad, estética, o mejorar sus prestaciones. No obstante, las llamadas “reforma de importancia” deben legalizarse al cambiar la homologación del fabricante y someterse a una pertinente ITV. Pues de lo contrario, si circulamos con un elemento sin homologar, se nos puede sancionar con una multa de hasta 500 euros y no superar la ITV, además de que si nos vemos involucrados en un accidente el seguro puede no hacerse responsable de los daños al no haber sido informado de los cambios en el vehículo.
Incluir las modificaciones en la tarjeta de la ITV
Desde Aema-ITV dejan constancia de que no solo es un trámite administrativo, sino que hay que asegurarse de cómo se ha hecho esa reforma y de que no interfiera con la seguridad del vehículo ni con la de los otros usuarios de la vía. Las modificaciones de importancia se recogen en el Real Decreto 866/2010, de 2 de julio además del Manual de Reformas de Vehículos, elaborado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, donde se detallan las diferentes modificaciones, codificación y documentación necesaria para llevarla a cabo.
Entre las reformas de importancia se encuentra cualquier reforma que afecte a la identificación del vehículo, motor, transmisión, ejes, suspensión, dirección o frenos, carrocería, alumbrado, uniones entre vehículo y remolques, etc.
Tras hacer una de las reformas de importancia, dispondremos de un plazo de 15 días para ir a realizar la ITV correspondiente, y se deberá adjuntar el proyecto técnico de la modificación, el informe de conformidad emitido por un servicio técnico de reformas o por el propio fabricante, así como un certificado del taller que ha llevado a cabo la modificación. Todas las modificaciones, una vez presentados los documentos y con el correspondiente ‘favorable’, quedarán reflejadas en la tarjeta ITV de nuestro vehículo.