Puede sonar a antiguo y lo es… pero no tanto. El distribuidor es la parte del sistema de encendido del coche que sincroniza y proporciona corriente en un momento determinado. Pero a su vez para que los cilindros y bujías hagan su trabajo correctamente.
A esta pieza también se le denomina ‘delco’ por la marca que la hizo famosa, ya que la primera empresa que usó uno fue Dayton Engineering Laboratories Co (Delco), del grupo General Motors: fue en 1910 en el Cadillac Model 30.
Cómo funciona el distribuidor
El distribuidor tiene como misión hacer que funcione correctamente el ciclo de Otto de los motores de gasolina, sobre todo, en coches antiguos (anteriores al 2000). Es decir, encargarse de distribuir la corriente eléctrica de alto voltaje, que proviene de la bobina, usando un rotor.
De modo que, cuando llega el electrodo de la bujía en el ‘delco’, la corriente genera una chispa que es la que produce la combustión entre la mezcla de aire y gasolina. En efecto, sube la presión y hay un empuje en los pistones que se transmite al cigüeñal a través de las bielas para que finalmente el motor funcione.
Sin embargo, los motores de ahora apenas utilizan distribuidores (rarísimas excepciones), ya que a partir de la decáda de los 90 en adelante, se fueron sustituyendo por sistemas electrónicos completamente estáticos, que se ha demostrado que son mucho más eficaces.
Elementos que conforman el ‘delco’
- Tapa y dedo: constituye el sistema de distribución de la corriente de alta tensión.
- Ruptor: interrumpe la corriente a baja tensión.
- Condensador: conecta el terminal de baja tensión con la masa del circuito eléctrico.
- Avance automático centrífugo: varía el grado según avanza la rotación del motor.
- Distribuidor de alta tensión: suministra a las bujías de alta tensión.
- Cuerpo: metálico, a veces de aluminio, que entra en contacto con la masa o tierra del vehículo para que sirva de soporte y fije al motor. Mientras que en su interior se encuentra un eje que es el que permite girar de forma sincronizada las levas del motor.
Averías frecuentes
Desde finales de los 90, el sistema de encendido se basa en la electrónica, por lo que sus principales fallos se deben a las averías de encendido.
Si el cabezal de distribución está defectuoso, enviará menos corriente a las bujías, de modo que dificultará el arranque, la potencia será menor mientras que el consumo será excesivo. Y si falla del todo, es que ni siquiera arranca el motor.
Por otro lado, si la avería se da en el distribuidor, puede ser más sencilla su reparación, siempre y cuando acudas a un Eurotaller