El miedo a conducir es más común de lo que parece y puede producirse por diferentes motivos
Conducir es una de las actividades más comunes que realizan las personas en su día a día. Ya sea para irse de vacaciones, al trabajo, quienes conducen para trabajar o quienes encuentran la diversión en conducir, estar al volante en cualquiera de estos casos es una práctica extendida mundialmente.
Pero no todas las personas lo ven como una sencilla práctica sentarse en el asiendo del conductor. Hay personas a las que les supone un esfuerzo mucho mayor y les da un terror tremendo. A esto se le llama amaxofobia y puede ser más común de lo que pensamos.
La amaxofobia, o el miedo a conducir puede ser bastante más común de lo que se podría llegar a creer, pues uno de cada cuatro conductores puede verse afectados por ella. Además, muy pocos de los que la conocen saben que puede superarse con ayuda de profesionales.
Qué es la amaxofobia
Para entender en qué consiste, podemos decir que se trata de un miedo muy fuerte y duradero a la hora de pensar que tenemos que coger un coche y conducir. El problema está en que los conductores que la padecen no lo reconocen y no piden ayuda para superarlo.
Por otra parte, no debemos confundir la inexperiencia de quienes acaban de obtener el permiso de conducir con aquellos que padecen amaxofobia, pues en el primer caso, el problema solo se solventa con experiencia al volante. Tampoco tenemos que pensar que padecemos de amaxofobia ante situaciones poco comunes a la hora de conducir, por ejemplo, una niebla o lluvia intensas.
Normalmente, cuando alguien sufre amaxofobia, también afecta a su vida profesional y personal, pues no quiere hacer planes, pierde empleos que supongan desplazarse en coche y no ven como alternativa otros transportes.
Por qué se produce
La causa de la amaxofobia puede darse por distintos factores, y algunos de ellos son bastante curiosos.
- Sufrir un accidente de tráfico
- Circular por lugares desconocidos
- Ser propenso a la ansiedad o miedos irracionales
- Baja autoestima
- Ser perfeccionista y muy autoexigente
- Sobreprotección hacia los demás
- Aprobar el carnet de coche aún con falta de práctica
- Recibir críticas por nuestra forma de conducir
Para poder superarla, en primer lugar, tendremos que admitir que tenemos un problema a la hora de conducir y tendremos que pedir ayuda profesional. Hay sicólogos especializados en este tipo de trastornos que pueden ayudar a solucionar el problema. Y si queremos un ejercicio basado en la práctica podemos encontrar autoescuelas con personal especializado en clases para personas con amaxofobia.