Antes de nada ¿sabes qué es la cremallera de dirección? La cremallera de dirección asistida es un mecanismo que incorporan los vehículos modernos, que permite el giro de las ruedas directrices (las delanteras, normalmente) para guiar y girar el coche sin esfuerzo.
Para ello, este elemento emplea un juego de engranajes con los que transformar el movimiento circular del volante en el movimiento lineal que se requiere para que giren las ruedas del coche. De este modo, al girar el volante, se acciona la barra de dirección, que está conectada con la caja de dirección, la cual envía el movimiento a las ruedas.
Este mecanismo suele estar montado en la parte posterior del eje delantero, lo que lo protege en caso de impacto o colisión, y funciona agregando los engranajes de la cremallera junto a un piñón en el interior de un tubo metálico.
Asimismo, cada extremo de la cremallera sobresale de este tubo y se conecta a la rótula axial, que a su vez se anexiona a la rótula de dirección. Por su parte, el piñón, acoplado al eje de dirección, cuando gira el volante a la izquierda o la derecha, realiza el movimiento de la cremallera.
Síntomas de avería
En función del tipo de cremallera empleada (mecánica, hidráulica, con servomotor…), la reparación (y el coste) varía. La dirección asistida es compleja, pero sobre todo las eléctricas, ya que si se produce una avería, es necesario intervenir el módulo al completo y no por piezas.
Asimismo, dado que la dirección es clave para controlar el vehículo, es esencial diagnosticar y reparar lo antes posible cualquier problema que pueda originarse. Algunos de los síntomas más frecuentes que señalan un fallo son:
- Desequilibrio en las ruedas y dificultad para mantener el vehículo en línea recta.
- Vibraciones del volante.
- Ruidos extraños al circular.
- Dificultad para girar y devolver el volante a la posición neutral.
- Bloqueo del volante al arrancar el vehículo.
- Fugas en el suelo de color rojizo o rosado.
- Olor como a aceite quemado.
- Desgaste irregular de los neumáticos.