Suelen estar tanto en su banda de rodadura como en los flancos
Muchas veces, cuando cambiamos el neumático no nos fijamos en todas las pequeñas cosas que nos pueden identificar su composición, si ha sido probado y apto para circular, medidas, semana de fabricación, tipo de neumático y demás información.
Y entre todas estas cosas que nos cuenta un neumático nuevo, encontramos los famosos pelos de la goma que suelen encontrarse tanto en los flancos, como en la banda de rodadura. Pero ¿cuál es su uso y su función?
Para qué son los pelos del neumático
Quizás hayas podido escuchar que estos hilos de las gomas sean un indicador de desgaste de las mismas, o incluso que favorecen a la disminución de ruido. Pero realmente no tienen ninguna de estas funciones.
De hecho, estos pelos que aparecen en la goma no tienen ningún propósito de funcionalidad, sin embargo, el hecho de que aparezcan en el neumático que vas a instalar si puede indicar que esa goma en cuestión no ha sido utilizada en absoluto.
Entonces podemos preguntarnos qué por qué se encuentran en la goma. Pues la respuesta no va más allá de su fabricación. Esto quiere decir que se forman mediante el proceso de moldeo por inyección al componerse la goma. Y el hecho de que no estuviesen podría acarrear problemas estructurales en los neumáticos.
Para entenderlo de una forma más profunda, podemos decir que el neumático se forma mediante un molde a presión y que el caucho a alta temperatura y presión adquiere la forma del neumático. En el contorno de los moldes se encuentran unos pequeños orificios para que el aire salga al exterior y que así la goma ocupe todo el espacio al constituirse. Y por estos orificios, además de escaparse el aire también lo hace el caucho sobrante.
De este modo, los pelos no son más que el resultado de la goma al endurecerse en los orificios del molde que dan forma a un neumático nuevo. Por lo que no afecta ni a su constitución, ni a su rendimiento en la carretera.
Por tanto, si no te gustan, puedes dedicarte a eliminarlos uno a uno con tus propias manos, o bien esperar a rodar un poco con tus gomas nuevas, ya instaladas en el coche y esperar a que desaparezcan por sí mismos.